La inclusión del Táchira en los programas de reapertura de vuelos nacionales en las semanas de flexibilización, la implementación de la Tarjeta Turística, y la toma de medidas reales y eficientes que permitan la reactivación del aparato económico nacional, incluyendo la reapertura de la frontera, son los puntales sobre los cuales descansa el futuro del sector turístico en el Táchira y en Venezuela.
Así se resume el pensamiento ejecutivo de la licenciada Gipsy Pineda, quien señala primeramente que, en búsqueda de soluciones y decisiones para ello, se ha planteado una mesa de trabajo de la Cámara de Turismo del Estado, institución de la cual es su presidenta, junto con Fedecámaras Táchira, el Ejecutivo nacional, el Instituto Nacional de Aviación Civil, INAC, y el Ejecutivo regional, analizando, y buscando soluciones para la reinclusión del Táchira a los programas de vuelos nacionales.
—¿Qué gestiona la Cámara al respecto?
—Queremos encontrar soluciones que permitan incluirnos en los vuelos nacionales y, así, poder reimpulsar el turismo interno en el estado. Planteamos reabrir los vuelos, porque ello permitiría que se active la economía del Táchira. Estamos a doce horas de Caracas, agrega, y la exclusión del estado en los vuelos nacionales trae como consecuencia el encarecimiento de los pasajes por vía terrestre. La actividad comercial en el estado está cerrada por la frontera, y con el centro del país, por la desconexión a través de estos vuelos. De hacerlos, disminuirían los costos de transporte, ya que por tierra los precios son exorbitantes, sin incluir las limitaciones de combustible y demás circunstancias que ya todos conocemos.
—¿A estas alturas hay una evaluación de los efectos del cierre de la frontera en el turismo regional?
—El Táchira es un estado fronterizo, responde, en el cual su aparato productivo depende de esa cualidad, importantísima. El intercambio comercial entre los dos países, a través de nuestra frontera, pues es evidentemente relevante y trascendental, en lo que es la reactivación del aparato económico. Al no haber una apertura formal de la frontera, añade, indudablemente impacta en todas las empresas formales y, en consecuencia, esas empresas desean reactivarse, de manera formal.
—Hago hincapié en la formalidad, explica, porque para nadie es un secreto que la frontera no está del todo cerrada, pues aún se mantienen y se sostienen transacciones informales, o al margen de la ley, y eso afecta el hecho de que no se restablezca la apertura binacional, pues afecta a los empresarios y, como consecuencia, a todo el sistema económico del estado, porque como se sabe, el empresario formal es el que procura empleos, el que procura una retribución fiscal para el Estado, es el que procura toda una serie de condiciones que fortalecen al estado en general.
— ¿Una evaluación?… Bueno, se pregunta y responde: Un empresariado de frontera completamente disminuido, totalmente afectado, pero con un aspecto claro, que es que la frontera, en algún momento, tendrá, inexorablemente, que reactivarse, y volverá a ser la misma frontera viva, activa, importante. Y el empresario estará preparado para asumir las nuevas responsabilidades de la actividad comercial, con las nuevas condiciones, incluyendo la pospandemia, o incluso, con la pandemia presente, porque ya la economía a nivel mundial, y en especial el turismo, es otra, definitivamente.
—¿Cuál sería la esperanza de la reactivación?
— Lo cierto es que el turismo está activo. Evidentemente, un turismo, en nuevas condiciones, características y circunstancias. El turismo no será el mismo luego del virus. El planeta entero no escapa a esa realidad, y Venezuela y el Táchira no deberían ser la excepción. Pero la actividad turística está vigente. Claro, no en condiciones normales. Pero en estas condiciones especiales, que ya han tenido una permanencia importante en el tiempo, ha hecho que todo se reestructure y en esa reestructuración debe basarse el impulso turístico, no solo para el país, sino para nuestro estado. De modo que aceptar este virus como una realidad, y analizar la situación para tomar decisiones en cuanto a la nueva modalidad para hacer turismo, es un hecho. Recordemos que el turismo le da empleo a una de cada diez personas a escala mundial. El turismo se convierte en el eje transversal de la economía de cualquier país.
—¿Qué puede decir de las expectativas que había para este año?
—Desde la Cámara de Turismo seguiremos trabajando fuertemente, reforzando análisis, para la toma de decisiones que nos permitan operar en estas circunstancias de pandemia, porque hay que seguir trabajando en tratar de recuperar una nueva normalidad, por cuanto las circunstancias no van a ser las mismas de antes. El planeta cambió, asevera, las circunstancias turísticas cambiaron, y con base en eso, nos enfocaremos desde la Cámara, promoviendo, motivando y generando los canales y acciones para poder operar, digamos, en esta nueva realidad.
—¿Qué hay del proyecto de Tarjeta Turística?
—El proyecto sigue en pie, responde. Es la propuesta de un instrumento que le va a permitir al estado desarrollar y ser una potencia turística a escala nacional. Es un instrumento que requiere de la intervención de diferentes agentes, como el Ejecutivo, cuerpos de seguridad y otras instituciones, porque digamos que es la alineación de muchos factores institucionales y de poder, que nos permitirían fortalecer al Táchira como un destino turístico. Nosotros trabajamos constantemente en el desarrollo de estas alianzas, pero se han dado circunstancias especiales que han limitado el desarrollo y la implementación de este instrumento. Uno de ellos es, por ejemplo, las políticas del Ejecutivo con respecto a la pandemia, su posición con respecto a la actividad comercial turística, que no está digamos plenamente permitida. Hay que encontrar, hay que arar el camino que nos permita la actividad, para luego construir o terminar de consolidar este instrumento. Pero, sin duda alguna, consideramos desde la Cámara que este instrumento es la solución para impulsar el turismo en el estado, de la mano de todos los agentes que intervienen en la actividad.
—En cuanto a los prestadores de servicios turísticos, ¿empresarialmente cómo van?
—En cuanto a los prestadores hay algo determinante. Y es que hasta tanto el Ejecutivo nacional no tome decisiones reales para la reactivación del aparato productivo y económico en general del país, el turismo se va a ver afectado. No va a haber una reactivación real en ninguno de los sectores, si no se toman decisiones efectivas con respecto a la pandemia. Y ¿a qué me refiero con decisiones reales? A que la pandemia existe. Le queda rato todavía, con sus variantes y las nuevas, que saldrán. Y el planeta entero tiene que acostumbrarse a vivir con eso. Entonces, con base en eso, deben tomarse decisiones y medidas para que los países y la economía avancen y no se estanquen, desde ningún punto de vista.
Humberto Contreras