Otra familia fronteriza queda desmembrada a causa del covid-19. Cuatro hermanos fueron arrebatados por el virus en San Antonio del Táchira, municipio Bolívar. Tres de ellos fallecieron en menos de 15 días.

Hace un año, la familia Navarro le dio cristiana sepultura a Luis Navarro, de 70 años. El septuagenario perdió la batalla contra el covid-19, el 28 de julio de 2020, ya casi 12 meses de su partida.

El dolor de ese momento se ha intensificado. Y es que, en los últimos 15 días, la familia perdió a otros tres integrantes. Eran hermanos. Todos sexagenarios, y estuvieron asediados por el mortal virus.

Guillermo Navarro, de 66 años, murió el 27 de junio en el Hospital Central de San Cristóbal. Vivía entre Tienditas, en el municipio fronterizo Pedro María Ureña, y su casa materna, ubicada en el barrio Simón Bolívar, en San Antonio.

10 días después, el 7 de julio, fallece Julio Navarro, de 65 años, en la casa materna. Allí le era suministrado el tratamiento contra el covid-19. A todos les hicieron las pruebas, y arrojaron positivo.

Con cuatro días de diferencia respecto a Julio y 14 de Guillermo, perdió la vida Sergio Navarro. Según sus parientes, el caballero ya había acabado el tratamiento y estaba mejorando, pero las secuelas generadas por el virus le ocasionaron un infarto fulminante. También estaba en la casa materna cuando fue sorprendido por la muerte.

La cronología de la muerte fue detallada por Carlos Navarro, hermano, profesor y exalcalde del municipio Bolívar, en el periodo 1996 – 2.000. “Es un dolor muy grande el que estamos sintiendo en estos momentos”, precisó.

Además de los cuatro hermanos, el pasado 22 de junio, el virus le quitó la vida a otro pariente: Jairo Ramírez, de 37 años, esposo de una de las sobrinas, quien vivía en la urbanización Libertadores de América. Falleció en el hospital Erasmo Meoz, en la ciudad de Cúcuta. “Solo duró cinco días. El covid-19 fue muy agresivo con él”, resaltó el exalcalde.

“Esto es muy duro”…

Navarro hizo un llamado a las familias sanantonienses para que extremen sus cuidados, pues el virus continúa en el municipio, en una oleada que ha provocado la muerte de muchos ciudadanos.

“Estoy es muy duro, y espero que sirva de ejemplo y espejo para que la gente tome conciencia; colaboremos, ya que es un virus que está azotando a la humanidad, y si no ponemos de nuestra parte, a cualquiera nos puede llegar”, resaltó.

La familia Navarro es numerosa. Son 15 hermanos, de los cuales solo quedan siete: cuatro fueron arrebatados por el covid-19.

Carlos Navarro clama para que las jornadas masivas de vacunación regresen a San Antonio y así se atienda a un buen número de abuelos para la aplicación de las dosis contra la covid-19. “Ninguno de mis hermanos pudo vacunarse”, lamentó.

Jonathan Maldonado