La harina de trigo que llega acá, viene de Colombia con precios exagerados, incrementando la crisis del sector que ve cada día cómo se acaba una de las fuentes de empleo más importantes del estado.
El año 2018 comenzó con 90 % de las panaderías del Táchira cerradas, debido según denunció Gabriel Ayala, presidente del Consejo de Panaderos del estado, a la aparición de un “cartel de la harina”, que mantiene en quiebra total al gremio y sin esperanzas de reactivar la mayor fuente de empleo en la región.
En asamblea –convocada de emergencia– este jueves, Ayala explicó: “Salimos muy afectados del año pasado y la temporada navideña para el sector pandero no fue la mejor; se trabajó a media máquina porque no hubo ingreso de harina de trigo al Táchira, los primeros meses del 2017 nos mantuvimos con el 10 % del consumo, lo que llevó a la quiebra a muchas panaderías, los propietarios vendieron sus equipos, se fueron del país por lo difícil que es trabajar de esta manera”.
—El Gobierno debe enviar más harina al Táchira y a Sunagro que nos dé respuestas porque ahora apareció una distribuidora fantasma que asigna a discreción el producto, es decir a quienes les conviene, aumentando la crisis del sector panadero, que no ve esperanzas por falta de voluntad del Estado para resolver a un gremio organizado donde están 20 asociaciones inscritas, pero nadie nos da respuestas- afirmó.
Gabriel Ayala como presidente del Consejo de Panaderos del Estado Táchira, denunció que la harina la habían distribuido en conjunto con Sunagro erradicando la especulación en un 80 % sin fuga del producto al hermano país ni reventa: “Pero con el plan de cogestión 2100 que implementó el Estado hizo que la harina llegara a otras manos que hemos denunciado como el ´cartel de la harina´, un negocio que está enriqueciendo a muchos y nos está explotando al gremio organizado”.
Dijo que quieren diálogo y soluciones a favor del pueblo que es el más afectado, al conseguir “un pan canilla en 25 mil bolívares, un dulce en 80 mil y un español en tres mil y cuatro mil bolívares, algo que no debe ser posible debido a que cortaron el suministro de harina de trigo a nuestro estado con la excusa de que aquí somos bachaqueros”.
“Comenzamos con crisis total”
Ayala reiteró que el 2018 lo han comenzado en una crisis total, con 90 % de las panaderías cerradas: “Porque en diciembre lo que hicimos fue sobrevivir comprando harina colombiana pagando alcabalas y en efectivo, por eso estamos cansados ya que los precios están subiendo para el pan, afectando al gremio y al pueblo que no tiene como comprar el producto. Nosotros no queremos que nos regalen la harina, lo que buscamos es exigir el derecho al trabajo para poder mantener el alimento tan vital”.
“El pan ahora es un lujo
por los elevados costos”
Rubén Escalante dijo que el problema central de las panaderías en el Táchira es que no tiene insumos para trabajar, sobre todo la harina de trigo venezolana: “Teniendo que buscarla en Colombia, donde el bulto vale 3 millones 300 mil y hasta cuatro millones de bolívares”.
—Estamos laborando sólo 10 %, debido a que la harina colombiana afecta la estructura de costos y lo que estamos es trabajando a pérdida las empresas, porque el Gobierno dice que hay trigo, pero a las panaderías del Táchira no llega. Además, el precio del azúcar está por las nubes, ya que se compra a tres mil 300 con factura 800 mil bolívares- destacó.
—La margarina costaba un millón 280 una caja de 10 kilos, y en una semana se elevó a dos mil 840; y además hay que pagar de contado cuando las empresas están descapitalizadas, quebradas, aunque con muchas ganas de trabajar. Sabemos que ya el pan es un lujo por los elevados precios: un pan español vale cuatro mil bolívares, el campesino vale 35 mil y el pan dulce más barato vale 60 mil bolívares. Esa es la verdad verdadera de lo que está pasando en nuestro país- destacó Escalante.
Augusto Medina