Sucesos
“Cuando atendemos un caso covid-19 nos encomendamos a Dios y la Virgen”
19 de julio de 2021
El incumplimiento de las medidas de bioseguridad por parte de la ciudadanía, que no toma conciencia de la gravedad de la situación, no solo se ha convertido en un factor de propagación y contagio, en San Cristóbal y el interior del estado, de una variante que es considerada como muy agresiva, sino que además representa una situación de alto riesgo para las personas que batallan en primera línea contra el covid-19
Por Armando Hernández
La delicada situación de la pandemia con el COVID-19 a nivel del estado Táchira, el incremento de contagios y el elevado número de muertes, parecen tener relación directa con el comportamiento de la ciudadanía, el no cumplimiento de las medidas de bioseguridad y la tolerancia de las autoridades, que se abstienen de actuar en situaciones que son reportadas por miembros de las comunidades, que muchas veces se cansan de esperar que la tan ansiada ayuda solicitada llegue, sobre todo cuando se trata de “rumbas” y reuniones en lugares públicos, que causan la natural preocupación y alarma entre la ciudadanía.
Las cosas con eso del coronavirus no están fáciles en San Cristóbal, y los esfuerzos de los entes gubernamentales van al traste, cuando se encuentran con la inconciencia de personas que no colaboran ni acatan las disposiciones de prevención que las autoridades han programado pensando en el bienestar de todos. Se convierten en seres muy vulnerables por los riesgos a que están expuestos y no solo ponen en peligro su propia salud, sino la de sus familiares, pues por su imprudencia llevan el COVID a sus casas, donde permanecen sus seres queridos. También exponen a quienes por razones de trabajo están en lo que se conoce como “la línea de fuego”, entre los cuales se encuentran el personal del sector salud, socorristas, bomberos, policías y, en fin, todo aquel funcionario que, sin demora y con decisión, debe acudir con la ayuda que en un momento dado se necesita.
Falta de conciencia y responsabilidad
La falta de conciencia raya en la irresponsabilidad, puesto que el comportamiento inadecuado de un ciudadano no solo lo coloca en peligro de contraer la enfermedad, sino que la puede llevar a su casa y exponer a sus familiares, con gran peligro para su vida, si son personas con patologías que se puedan complicar a causa del virus. Es una enfermedad devastadora, que ha acabado con familias enteras, en medio de un gran sufrimiento y de lo cual dan fe persona que lo han padecido en condiciones de extrema gravedad.
El ing. Jaiberth Zambrano, director estadal de Protección Civil Táchira, está al frente de un grupo de personas que permanecen en primer lugar en la denominada “línea de fuego”, pues deben tratar directamente con contagiados, atendiéndolos y trasladándolos, muchas veces sin contar, para su propia seguridad, con equipos adecuados de protección personal.
Empieza diciendo que la definición que se le puede dar en estos momentos a la pandemia, en nuestro estado y sus 29 municipios, es de fuerte, porque las personas no tienen conciencia de la gravedad de la situación. En San Cristóbal todavía vemos a las personas con tapabocas y respetan la parte de bioseguridad, pero hay municipios donde muy poco se cumple, casi no se utiliza la mascarilla y son muy pocos los establecimientos que cumplen con la bioseguridad, lo que ha generado un incremento de la curva de contagios, que no cesa.
Zambrano hace referencia a un Hospital Central con la ocupación de casi la totalidad de sus camas en el área COVIC, donde no existen ventiladores suficientes para poder entubar personas que así lo ameriten.
Explica las dificultades que debe enfrentar el personal de Protección Civil para el ingreso de pacientes a los centros asistenciales. En el hospital del Seguro Social, en el barrio Santa Teresa, se presentan dificultades debido a que su área COVID es muy reducida y la capacidad limitada. Llega el momento en que no están en capacidad de recibir más pacientes y entonces deben ser trasladados al Hospital Centinela, donde hay que cumplir con ciertos protocolos que generan tardanza en el área de triaje, lo cual no es culpa de los médicos ni del sistema-SIMA, ya que se trata de un problema que está relacionado con la capacidad de la carpa y la gran demanda de ingresos, que obliga a los pacientes a hacer cola para ser atendidos.
Medidas de bioseguridad
Jaiberth Zambrano hace énfasis en el cumplimiento de las medidas de bioseguridad y cuenta que han recibido apoyo para poder realizar los traslados, tanto en San Cristóbal como en los diferentes municipios del estado Táchira. “Día tras día se analizan los protocolos y se hace una evaluación para descubrir posibles errores en los procedimientos y hacer los correspondientes correctivos. Trabajamos para reducir al mínimo las posibilidades de contagio para nuestros funcionarios”, explica luego el director de Protección Civil Táchira.
Zambrano admite que, a pesar de ello, se han presentado casos de funcionarios contagiados, pues “lamentablemente estamos en presencia de una pandemia y en cualquier momento una persona se puede contagiar. “Mientras evitemos, mientras el contagio no sea consecuencia de una fiesta o de una rumba, sino por causas laborales, uno lo acepta”, dijo luego, “pero lamentablemente vemos población que sigue en la calle, de rumba en rumba, haciendo movimientos de masas fuertes, y eso es lamentable porque en estos momentos no estamos para eso”.
Añade que ninguno de sus trabajadores ha fallecido, pero sí ha ocurrido con familiares cercanos que no lograron sobreponerse a la enfermedad.
Al hablar sobre el personal contagiado, explica: “Nuestro personal devenga un salario mínimo. Existe una tabla salarial que no permite llevar una vida decente y su salario es insuficiente para atender las necesidades. Entonces se ve obligado a ejercer otros trabajos en su tiempo libre, en lugares como clínicas privadas, y sabemos que en ese trabajo el riesgo de contagio es el mismo. El día a día de ellos es fuerte, tanto en Protección Civil como en las clínicas y en cualquiera de estos lugares se puede contagiar”.
Estos funcionarios están laborando en un frente de alto riesgo porque están en la calle, haciendo el trabajo, como Dios manda. En la clínica también hacen su trabajo con profesionalismo y dedicación.
Protección extrema
El jefe estadal de Protección Civil agrega que en la sede de ese organismo se mantienen medidas extremas de protección al personal. Desde el mismo momento en que un trabajador o una unidad traspasa el portón de entrada, se inician los fuertes protocolos de seguridad. Las primeras medidas se aplican en la entrada y van hasta el momento que el vehículo se estaciona. El área de operaciones hace entonces la primera desinfección al personal y al vehículo. Luego deben ir a un área específica, cubrir tres pasos de diferentes lavados, antes de quitarse los trajes de bioseguridad y protección.
Toda ambulancia que va a la calle a realizar un trabajo o atención, relacionada o no con el COVID, deberá pasar, junto a sus tripulantes, a una unidad específica para ser desifectada, añade Jaiberth.
Más adelante dice que en Protección Civil Táchira tan solo se cuenta con los recursos que le llegan a la gobernadora Laidy Gómez, quien a su juicio hace esfuerzos extraordinarios para que se mantenga operativa, pero estos recursos son insuficientes. “Gracias a Dios, tenemos la ayuda y cooperación de algunas ONG que nos colaboran para poder sobrevivir día tras día”.
“Rumbas” peligrosas
Zambrano no disimula su contrariedad al momento de hablar sobre los factores de contagio y la manera como mucha gente toma las cosas inherentes al COVID, de manera alegre e irresponsable. Hace referencia a las “rumbas” en diferentes lugares de la ciudad, en sitios públicos, como frente a las licorerías, y aclara que Protección Civil carece de competencia para intervenir en estos casos, pues esto les corresponde a los organismos de seguridad, como las policías y la Guardia Nacional Bolivariana, que deben intervenir para minimizar este tipo de actividades y evitar un posible lugar de contagio y expansión de la pandemia.
Tocó el tema de la Casa Hogar San Pablo y dijo que aún se están esperando los resultados de las 25 pruebas PCR que inicialmente hizo el CDI del Antituberculoso. “De momento no hemos tenido respuesta alguna y no sabemos si son positivas o negativas. Hace falta aplicar más pruebas, porque son 96 personas las que hacen vida en este lugar, donde ejercemos una observación y monitoreo que nos permita mitigar cualquier situación que se presente”, aclaro, para agregar que se han practicado acciones de desinfección y se atiende de manera adecuada a las personas de la tercera edad.
Esto se hace desde la semana pasada con todas las casas hogar, donde se analiza la situación y se practica seguimiento sobre el estado de salud de las personas allí albergadas.
Variante muy agresiva
—No sabemos si hay una nueva variante del coronavirus que esté afectando al estado Táchira, pues se habla de varias, pero lo que sí es cierto es que se trata de una extremadamente agresiva y esto lo observamos durante los traslados y las atenciones locales.
Hemos visto, durante los traslados, a personas que se nos complican de un momento a otro, pacientes que son tratados en la casa, se encuentran estables, y de repente se descompensan, se complican de la noche a la mañana. En la noche se ven estables y al otro día amanecen saturando por debajo de sesenta o cincuenta. Familiares que nos llaman desesperados para decirnos que el paciente se complicó y acudimos de inmediato en su auxilio, hacemos la extracción hacia un centro asistencial, primordialmente hacia el Hospital Central, hospital centinela de San Cristóbal, que tiene capacidad en estos momentos para recibir pacientes COVID.
El funcionario comenta que de momento no se presentan problemas con el suministro de la gasolina, puesto que las ambulancias y equipos de emergencia de Protección Civil Táchira son atendido conforme a las instrucciones impartidas por la diputada Nellyver Lugo, a través del Gabinete de Combustible. “Esta asistencia se ha mantenido y nos permite atender con prontitud cualquier tipo de emergencia que se pueda presentar.
Protección Civil Táchira recibe llamadas de auxilio por diversos canales, contactos telefónicos, de manera personal y a través de las redes sociales. Muchas de ellas por parte de quienes solicitan la aplicación de las pruebas virales para saber si están infectados o no. Lamentablemente, les debemos explicar que no las tenemos, ni siquiera para nuestro personal, y que cuando salimos a trabajar con casos de COVID, lo hacemos con la protección de Dios y la Virgen”.
Para finalizar, Jaiberth Zambrano aprovechó para hacer un llamado a la ciudadanía, para que se cuide aún más y extreme sus medidas de precaución. Las recomendaciones son fáciles y por todos conocidas: El uso del tapaboca, el distanciamiento y lavado de manos. Esos son los tres pasos primordiales que se deben cumplir, pero, “lamentablemente, no lo estamos haciendo”, puntualizó el ingeniero Jaiberth Zambrano.
Se explicó que todo el personal operativo fue vacunado contra el COVID-19 y recibió las dos dosis. Así mismo, al personal administrativo le fue aplicada la vacuna, aun cuando se encuentra pendiente la segunda dosis. Esto trae tranquilidad, pues las posibilidades de contaminarse de manera grave disminuyen. No obstante, se mantienen en vigencia las estrictas medidas de prevención y el cumplimiento de las normas de bioseguridad, como protección y para evitar convertirse en un posible agente de propagación.