Reportajes y Especiales

Imágenes que cuentan una historia de veneración

6 de agosto de 2021

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Norma Pérez M.

Durante mucho tiempo, Juan Alberto Sánchez ha sido partícipe de la procesión del Santo Cristo de La Grita, para guardar en su cámara los momentos más significativos de esta fiesta religiosa, que en un futuro serán parte de la memoria colectiva

A través de sus fotografías, Juan Alberto Sánchez, registra para la posteridad una de las más importantes manifestaciones de fe de los tachirenses. Un trabajo acucioso de casi dos décadas que permite conocer la evolución de la procesión que cada seis de agosto, recorre las calles de La Grita para rendir homenaje al Santo Cristo.

Ingeniero agrónomo de profesión, fotógrafo de vocación, es una de las pocas personas que gracias a su dedicación, posee una secuencia de este acontecimiento religioso, durante las seis horas que aproximadamente dura el trayecto.

“Desde hace muchos años comencé a practicar la fotografía, pero el tema del Santo Cristo lo fui recogiendo esporádicamente. En 1985, con una cámara analógica, el seis de agosto realicé el primer registro de la procesión.

Posteriormente, empezó a hacerlo de manera consecutiva, y ya suman dieciocho años de capturar los aspectos más resaltantes, lo que permite hacer una comparación de los cambios ocurridos y su evolución.

“Mi motivación para hacer este trabajo, es el interés por registrar históricamente este acto religioso, que representa muchísimo para la gente católica, de fe, creyente y eso para mí es sumamente importante”.

Con la dedicación que le imprime al arte de la fotografía, ha podido obtener imágenes de la profunda devoción que siente la gente por el Santo Cristo: “pagando promesas, descalzos en un recorrido de seis u ocho horas. captar diferentes facetas que también me permiten guardar un gran respeto por ese acto de fe de las personas”.

La imagen del Cristo fue tallada hace 411 años, en 1610, es una de las más antiguas de Venezuela y de Latinoamérica.

“Estas características aportan un gran valor artístico y cultural, es por eso que guardo con mucho recelo para que se preserven intactas, las fotos de la restauración de la imponente figura, que realizó un especialista gritense, radicado en España. Fue una experiencia única estar frente a la imagen y lograr fotografiar su restauración paso a paso, hasta dejarla en óptimas condiciones”.

En hombros de los fieles

Cada seis de agosto, el Santo Cristo sale en hombros de los fieles a realizar el esperado transitar por las calles de La Grita hasta llegar al Santuario Diocesano. Un recorrido que propios y visitantes cumplen en su totalidad, incansables, en medio de alegría y solemnidad.

Durante mucho tiempo, Juan Alberto Sánchez, ha sido partícipe de la procesión para guardar en su cámara los momentos que se convertirán en parte de la historia de un pueblo que también es suyo.

“He intentado mantener la información de cada año, que me permite comparar y responder interrogantes acerca de cada procesión. Tengo puntos estratégicos donde tomo las fotos y eso me permite hacer la comparación. Comparto con la gente su fe católica, camino de un lado a otro, soy observador y participante a la vez”.

Como hecho anecdótico comenta que en una ocasión, iba por una topografía inclinada como es característica en La Grita: “subíamos por la carretera hacia el Santuario y vi unas mujeres del campo, fornidas, cargando la imagen que es supremamente pesada. Eso demuestra el sacrificio y la fe de la gente”.

Explica que el Santo Cristo sale en procesión desde la iglesia matriz del Espíritu Santo desde el año 1896. “Tengo un registro fotográfico de la capilla de Tadea, zona rural, donde los franciscanos en esa pequeña capilla tallaron la imagen en madera de cedro amargo”.

“Para mí la procesión es parte del imaginario colectivo de la gente de La Grita. Esos años de registro, me permiten identificar la transformación en muchos sentidos. Lo que no cambia es la devoción de las personas. Esto es sumamente importante, tengo por regla, respetar la fe y todo lo que gira en torno al Santo Cristo de La Grita”.

El 20 de julio se coloca en el altar mayor de la Basílica del Espíritu Santo. El 6 de agosto comienza su traslado hacia el Santuario Diocesano.

“Tengo calculado los tiempos de ese recorrido hasta por tramos Las personas me conocen y cuando iba en medio de la procesión para hacer las fotografías, quienes iban a mi alrededor me abrían paso y me ayudaban. Algunos me ofrecían sus vehículos para que pudiera hacer tomas altas. Hay mucha colaboración. Además, ellos saben que comparto las fotos a través del blog https://humogría.com y si alguien quiere tener alguna, se la hago llegar con mucho gusto”.

En cuarentena

La pandemia mundial y el periodo de cuarentena afectaron la celebración tradicional, cuando desde todos los rincones del país llegaban cientos de peregrinos a rendir homenaje al Cristo redentor.

“El año pasado fue bastante triste con las puertas de la iglesia totalmente cerradas. Las personas se arrodillaban en la Plaza Bolívar, en la entrada de la iglesia, lloraba, rezaban, y el Cristo guardado adentro. Ese día, pude ingresar al templo e hice las fotos de la imagen sola, en el altar mayor, mientras los fieles estaban afuera. La pandemia no permitió el encuentro como se acostumbraba”.

Este año las puertas están abiertas, pero con sus respectivas restricciones: distanciamiento social, evitar aglomeraciones y demás medidas de bioseguridad. “Pero a esta fecha, cuando hemos visto morir tanta gente a causa del covid-19, y tantos enfermos, ya debe existir una conciencia de cuidarse más”.

Más allá de la imagen

Más que un pasatiempo, para Juan Alberto Sánchez la fotografía es una pasión que le acompaña desde niño y que con el transcurrir de los años se arraiga en su existencia. Por eso va más allá de retratar el paisaje, la fachada o el rostro y le da un valor agregado.

“Practico la fotografía desde el año 1966, y ésta me ha ido llevando al tema de la historia, porque a cada imagen le escribo un texto y cuento sus detalles. Eso me obliga a indagar e investigar, lo que disfruto porque siempre me ha gustado leer”.

En esta oportunidad, por la calidad de su trabajo, Diario La Nación seleccionó una de sus fotos para ilustrar el afiche en honor al Santo Cristo, que circuló encartado en la edición impresa, y que ahora se encuentra en un lugar privilegiado de los hogares tachirenses.

Tras el sonido de los pasos sobre el asfalto, el andar lento de la procesión, las oraciones, los cánticos, las flores, las lágrimas derramadas, las sonrisas de gratitud, y las peticiones en susurro, está el testigo silente a la espera de hacer clic en el momento preciso. Para que sus imágenes cuenten la historia vivida. Una historia de veneración. /Norma Pérez.