Reportajes y Especiales
Tráfico ilícito de migrantes expone a venezolanos a redes de delincuencia
12 de agosto de 2021
Según cifras de la Organización de los Estados Americanos, entre 700 y 900 venezolanos huyen a diario por caminos irregulares desde septiembre de 2020. El tráfico ilícito de migrantes expone a las personas a ser captadas por redes de trata de personas, pero también a extorsiones, robos y otros delitos.
25 personas estuvieron más de 72 horas perdidas en el desierto de la ciudad de Tacna, al sur de Perú, cuando cruzaban el tramo de forma irregular para llegar a Arica, en Chile. 23 migrantes eran venezolanos y huían de la crisis ocasionada por la pandemia de COVID-19, con la esperanza de mejorar su calidad de vida.
El grupo se expuso a condiciones climáticas extremas por el invierno, con poca agua y con menores de edad, por el cierre de la frontera el 26 de julio de este año. En el portal web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú, en Arica, reiteran que está prohibido el paso a Chile, como una de las medidas para evitar el contagio del nuevo coronavirus.
Con los venezolanos viajaba un hombre de nacionalidad colombiana y presuntamente un “coyote”, de nacionalidad peruana, que también se extravió con ellos. Así llaman a las personas que cobran a los migrantes para pasarlos por tramos de forma irregular.
Una fuente de Crónica Uno, quien pidió mantenerse en anonimato por medidas de protección, contó que los “coyotes” cobran entre 300 y 500 dólares de Perú a Chile, pero en medio del camino abandonan a los migrantes. En ocasiones les entregan unos mapas, trazados en bolígrafo, para indicarles el camino o simplemente les explican por dónde deben seguir para llegar a su destino.
«Hay ‘coyotes’ que ofrecen servicios desde Cúcuta (Colombia), los esperan en Tacna y los llevan a hoteles en la zona sur que son conocidos como la Caleta. Cuando cae la noche parten, es un camino de 12 horas por el desierto y a oscuras porque no pueden llevar ni las luces de los celulares pues los puede ver la policía. Muchas personas se van con mucho equipaje porque los ‘coyotes’ no les explican y en el camino se van desprendiendo de ropa o maletas, por el cansancio».
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el tráfico de migrantes “es la facilitación de la entrada ilegal de una persona a un Estado” en el cual no tiene nacionalidad o residencia. Sucede cuando recurren a traficantes porque no tienen la opción de viajar por los canales legales, lo cual los hace más vulnerables a las redes delictivas.
La crisis humanitaria compleja que atraviesa Venezuela ha empujado a más de 5,6 millones de venezolanos a emigrar desde 2015. Un informe del Grupo de Trabajo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para la Crisis de Migrantes y Refugiados Venezolanos estima que para finales de 2021 e inicios de 2022, el éxodo de venezolanos podría alcanzar los siete millones, de no haber solución política, económica y social a corto plazo.
La pandemia de COVID-19 empeoró la situación para quienes salían del país. Antes del nuevo coronavirus, 5000 venezolanos huían diariamente, según estimaciones del informe. Sin embargo, el impacto del virus obligó a más de 140.000 personas a retornar a sus lugares de origen.
Cifras de la OEA indican que desde septiembre de 2020 entre 700 y 900 venezolanos huyen a diario por los caminos irregulares como trochas o rutas marítimas peligrosas.
La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol, por sus siglas en inglés) señala que las redes dedicadas a este delito funcionan como negocios con altos márgenes de beneficios y con pocos riesgos. Estos aprovechan la debilidad de las legislaciones y la baja probabilidad que tienen de ser detectados, detenidos y enjuiciados, en comparación con otras actividades de delincuencia organizada transnacional.
Interpol explica que estas redes tienen integrantes que asumen diferentes roles como: reclutadores, intermediarios, capitanes de barcos, guías, conductores, personas que proporcionan los documentos de viajes ilícitos y quienes dan alojamiento en las rutas.
La UNODC considera que el tráfico ilícito de migrantes está vinculado con otros delitos como corrupción, flujo de fondos ilícitos, terrorismo, tráfico de mercancías ilícitas y trata de personas.
En las costas venezolanas también se practica el paso ilegal de migrantes. Una fuente contó a Crónica.Uno que las lanchas parten en horas de la noche con hombres, mujeres y niños. Estas embarcaciones no son aptas para el traslado. Su destino es principalmente Trinidad y Tobago, pero también se conoce el tráfico ilícito hacia Aruba, Curazao y Bonaire.
Si parten desde Güiria hacia Trinidad y Tobago el costo es entre 300 y 500 dólares, aproximadamente. Al llegar al destino las personas se ocultan en algunas viviendas previstas ya, mientras esperan que sus familiares los recojan en el sitio acordado. Otros migrantes no corren con la misma suerte, pues son detenidos o deportados.
Desde que en 2019 naufragó el bote Jhonailys José y semanas después desapareció la lancha Ana María, esta situación ha estado en la agenda de los medios de comunicación, que han investigado las redes de trata de personas que hay en este paso.
El Comité Nacional de Familias de Víctimas de Desapariciones y Trata de Personas en las Costas registró hasta el año 2020 la desaparición de 119 personas en las costas venezolanas. Las víctimas partieron en embarcaciones desde los estados Sucre, Falcón y Nueva Esparta.
Ese mismo año la organización Éxodo documentó que 268 personas desaparecieron en Venezuela, de esta cifra 126 son adolescentes, niñas y mujeres. Y el informe Mujeres Libres y Seguras 2020 de Mulier Venezuela destaca que 517 mujeres fueron rescatadas de las organizaciones dedicadas a la trata de personas, 124 eran niñas y adolescentes.
Bandas mexicanas extorsionan a migrantes
Gonzalo* fue sometido por bandas que operan en la frontera de México y Estados Unidos. En octubre de 2020 partió con su hija y la madre de la pequeña, desde Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas, hacia Río Grande, en Estados Unidos. Su objetivo era entregarse a las autoridades al llegar y pedir asilo.
En el camino hacia la frontera fueron interceptados por un vehículo tipo sedan, color negro, del cual descendieron tres hombres y los obligaron a abordar el carro. Luego de dar varias vueltas los llevaron a una casa abandonada, donde había al menos 15 personas de distintas nacionalidades.
Este testimonio fue publicado en el canal informativo para venezolanos en México Es pa’lante, que detalló que los hombres exigían 10.000 dólares por cada uno a cambio de su liberación. La familia de Gonzalo corrió la suerte de que los hombres los dejaron ir, bajo amenaza. Sin embargo, en Estados Unidos fueron devueltos a México y no pudieron lograr su cometido.
Los sujetos querían que pidiéramos a familiares en Estados Unidos dinero a cambio de nuestra liberación. Yo no tenía familia allá y se los dije entre lágrimas, que por favor me creyeran”, dice la nota en el portal web.
Según la Oficina Nacional de Aduanas y Protección Fronteriza, hasta abril de 2021 fueron detenidas 178.000 personas luego de atravesar pasos irregulares; 44 % de estas aprehensiones fueron practicadas a mexicanos, el resto a centroamericanos y venezolanos. Las autoridades también rescataron a 873 personas que fueron abandonadas por los “coyotes” en zonas desérticas.
La investigación de Es pa’lante reveló que al menos 200 bandas criminales, que secuestran y extorsionan, operan en las rutas usadas por venezolanos entre México y Estados Unidos. Hay casos de migrantes que son víctimas de robos y amenazas en los hoteles donde pasan la noche o algunas horas antes de partir. Se presume que los delincuentes están en complicidad con los empleados de algunos centros turísticos.
En el caso de Gonzalo, antes de partir a la frontera un hombre tocó la puerta de la habitación en el hotel donde se encontraba y le insistió en que le dijera si iba a cruzar la frontera. Él respondió que sí y asumió que se trataba de una confusión, sin embargo, no quiso comentarle nada a la mamá de su hija, quien había salido a comprar cena con la pequeña. “¿Vas a cruzar la frontera, verdad? Temeroso le dije que sí. Solo me dijo: no te va a pasar nada si me dices la verdad y se fue”, contó.
Según una publicación de El Comercio de Ecuador, los viajes irregulares desde Guayaquil a Estados Unidos oscilan entre 1500 y 4500 dólares por persona, específicamente para venezolanos. Y un migrante ecuatoriano cancela 15.000 dólares en promedio.
Los “coyotes” captan a estas personas a través de las redes sociales, al igual que en Perú, tal y como reveló la fuente a Crónica.Uno. “Se meten en los grupos de migrantes venezolanos que hacen en Facebook y por ahí ofrecen pasarlos por estos caminos”.
De acuerdo con los testimonios documentados en El Comercio, los venezolanos tuvieron comunicación con los “coyotes” a través de WhatsApp. Lorena* y su esposo pagaron 9000 dólares para que un “coyote” les gestionara el viaje a Estados Unidos y en México ese mismo hombre arregló todo con el personal de migración para evitar que deportaran a la pareja.
(*) Los nombres fueron modificados por medidas de protección.
Vía Crónica Uno