(AFP) El dirigente opositor venezolano Henrique Capriles, que aspiró dos veces a la presidencia, exhortó este miércoles a sus compatriotas a participar en las próximas elecciones regionales.

“Tenemos que ir al 21 de noviembre, no podemos renunciar al uso de ese derecho. Yo voy a votar el 21 de noviembre, es una decisión que la tengo más que clara”, dijo Capriles en una rueda de prensa en Caracas.

Venezuela tiene previsto elegir alcaldes y gobernadores en noviembre, con una nueva autoridad electoral, designada como parte de una negociación en la que participó Capriles, que fue vista con buenos ojos por Estados Unidos y Europa, tras tachar de fraudulentos los últimos comicios.

La elección regional podría contar igualmente con una misión de observación europea.

El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por medio centenar de países, incluido Estados Unidos, ha dicho no obstante que no hay condiciones para votar.

“Hasta el día de la elección se está peleando por las condiciones electorales”, insistió Capriles, que fue gobernador del estado Miranda (2008-2017).

Guaidó llamó a la abstención en las últimas dos elecciones, la última en las legislativas de 2020, cuando el chavismo asumió el control del Parlamento que entonces estaba en poder de la oposición.

“Este año es distinto al año pasado”, insistió Capriles, que también llamó a no votar en 2020. “Tenemos un Consejo Nacional Electoral (…) que no teníamos el año pasado” con dos opositores en la directiva.

Los partidos de la oposición han dado señales de querer participar en las regionales, pero hasta ahora no se ha anunciado una decisión unitaria, como ha ocurrido en procesos pasados.

“Tenemos que abocarnos en los próximos días, todas las organizaciones políticas, para presentarle al país candidaturas unitarias” basadas en encuestas o consensos partidistas, señaló el dirigente opositor, que enfrentó al fallecido Hugo Chávez en 2012 y un año después al actual presidente Nicolás Maduro.

El proceso de postulación comenzó este miércoles y termina el 29 de agosto.

Un nuevo intento de negociación política arranca esta semana en México, con el chavismo pidiendo la flexibilización de las sanciones en su contra, y la oposición, un cronograma electoral que incluya presidenciales.