La dolarización en la economía venezolana es prácticamente irreversible, señala un estudio de la firma Ecoanalítica, dirigida por el economista Asdrúbal Oliveros, quien, durante un foro auspiciado por Banplus, señaló que 67,1% de las transacciones fueron en divisas entre el 15 y el 19 de marzo.
Según el informe de Ecoanalítica, las localidades con mayor cantidad de transacciones en divisas fueron San Cristóbal, Nueva Esparta y Maracaibo, las tres por encima de 90%.
Le siguen Lecherías, Puerto Ordaz, Caracas, Valencia, Mérida, Maracay y Barquisimeto.
En medio de una hiperinflación que está a poco de cumplir cuatro años, el gobierno de Nicolás Maduro anunció la tercera reconversión de la era chavista, esta vez con la eliminación de seis ceros a la moneda.
Es decir, cada importe deberá dividirse entre 1 millón. Los billetes nuevos, todos con la cara del Simón Bolívar reconstruido de forma digital, empezarán a circular el primero de octubre.
Pero aunque el BCV sigue intentando proteger el bolívar, incluso los depósitos en dólares se mantienen al alza, indica el informe de Ecoanalítica: más de 50% de los depósitos líquidos en la banca privada fueron en divisas.
En el informe, Oliveros apuntó que la política económica se maneja bajo las siguientes premisas:
Se prioriza el control de la inflación sobre el crecimiento.
El encaje bancario es, en esencia, una herramienta cambiaria.
La dolarización funciona como una válvula de escape.
Sin fuentes de financiamiento ortodoxas, la reducción del gasto ha sido crítica.
La generación de ingresos externos es, en extremo, opaca.
La política comercial pasa a jugar un rol clave en la estrategia económica.
Para la firma, algunas reformas para mejorar la economía serían la estabilización macroeconómica, la reestructuración de la deuda, asistencia de multilaterales, seguridad jurídica, atracción de inversiones, liberalización económica y atención humanitaria.