PEDRO VÁSQUEZ
EL BALONCESTO TACHIRENSE SI TIENE QUIEN LE ESCRIBA
La mañana del lunes amaneció con un sol radiante que invitaba a gozar de la playa que, por calendario de juego y días lluviosos, no había sido disfrutada a plenitud. La arena grisácea, blanda, que se iba sintiendo húmeda, en la medida que se caminaba hacia el mar, atraía como los cantos de sirena.
Los semblantes mostraban una tizana de sentimientos encontrados entre satisfacción, sinsabor, nostalgia que el agotamiento confundía. Las bromas en medio del desayuno estaban latentes en medio de la coordinación para poder entregar las habitaciones a tiempo e iniciar el retorno a las cinco de la tarde.
Mis planes, conocer una parte de la ciudad, que en la otra oportunidad que estuve en Cartagena, con motivo del juego por la eliminatoria mundialista Brasil 2014, entre Colombia y Venezuela en Barranquilla, no pude visitar. En la plaza de Los Coches empezó el recorrido, pasando por la Catedral, la plaza de Bolívar, atestada de palomas, en donde hay grabada una frase inmortal del Libertador que dice: “Cartageneros, si Caracas me dio vida, vosotros me disteis gloria”.
La ruta por calles empedradas, puertas altas, balcones coloridos y el saludo amable de las palenqueras nos llevó a la “Señora Gorda” de Fernando Botero frente a la iglesia de Santo Domingo, en donde se oficiaba la misa en ese momento. La entrada al museo histórico de Cartagena tiene un valor de 20.000 pesos y funciona en donde quedaba el antiguo Palacio de la Inquisición; sitio establecido para juzgar los delitos contra la fe cristiana.
Las fotos recordativas en la muralla, con el sol en todo su zenit, obligan a desplazarse para abordar la plaza del almirante José Padilla, máximo héroe naval colombiano que, en medio de cañones, nos fue devolviendo a la vía que conduce a Bocagrande para buscar las inmediaciones del hotel y una buena mojarra roja.
El autobús llegó a tiempo. Salimos a las 5 y 30 de la tarde del Hotel Blue Concept Cartagena que se comportó, de forma espectacular, con la delegación de Panteras máster +50. Recibimos todas las atenciones, concesiones y colaboraciones; desde un check in mucho antes de la hora correspondiente hasta un check out después de lo usual. Nuestro agradecimiento con sus ejecutivos y todo el personal de este hotel que recomendamos ampliamente.
Salir de la ciudad demoró un poco más de lo esperado y nos despidió con una brisa triste. Al llegar a Carmen de Bolívar la unidad recargó combustible y en medio de acordes vallenatos pasamos por Plato y El Bajo. Por cierto, en Plato, a orilla de la carretera principal, hay una escultura del hombre caimán que refleja la leyenda de un hombre, que su pasión por espiar mujeres desnudas lo condenó a quedar convertido en un ser con cuerpo de caimán y cabeza humana.
Los pueblos y caseríos iluminados, con calles de tierra, abundan a lo largo del trayecto. Mesas y sillas plásticas, tanto rojas como blancas, adornan las entradas de las ventas de comida y las motos estacionadas delatan la presencia de bares y billares. Ya las casas no son de barro y caña brava, tampoco las aguas del río son diáfanas como lo narra Gabriel García Márquez, en cien años de soledad, y tampoco el lecho tiene piedras pulidas y blancas como huevos prehistóricos.
En Río de Oro nos sorprendieron los bostezos del sol con una temperatura agradable. Para mejorar el ambiente musical, Luis Morles, a través de bluetooth se conectó con el equipo del transporte y pudimos disfrutar sets de música diferente. Empezamos el descenso hacia Sardinata, esquivando y frenando para no arrollar a gallinas y perros que desperezándose cruzaban la calzada. El regreso del sol y el aire caliente nos indicaba que estábamos cerca del destino. A la capital del Norte de Santander llegamos después de un poco más de 16 horas de camino.
En el transcurso de estas reflexiones deportivas Cartagena 2021, hemos dado gracias a quienes nos dieron el uniforme, nos facilitaron instalaciones, a los equipos de baloncesto máster, a quienes aportaron económicamente para lograr este viaje, a familiares y amigos que compraron las rifas. Nos queda expresar un agradecimiento al profesor Elis Marrufo por su aporte comunicacional que permitió a los amigos del baloncesto, y del deporte en general, estar, oportunamente, informados.
Cuando estas jornadas finalizan se evalúan los resultados que hoy revelan que hay vientos de satisfacción, olas positivas por la actuación de Panteras del Táchira Máster +50 que reviven el interés en el baloncesto. Mi especial gratitud a Diario La Nación, a toda su junta directiva, a los altos ejecutivos, a los responsables de deportes, al periodista Homero Duarte, por permitir mis opiniones en tan prestigioso medio de comunicación.
Gracias a todos por estar pendientes, incluso por preguntar por qué no ha salido las reflexiones de la fecha. Orgulloso de haber compartido con amigos fuera y dentro del tabloncillo, de haber vuelto a representar los colores que respeto y admiro desde muchacho, de rescatar por esta columna a muchos conocidos, exalumnos, colegas.
El éxito del baloncesto aurinegro se confirma con la invitación formal por parte de Junior Noboa, integrante del equipo campeón, director general de juegos municipales y provinciales de República Dominicana para el Maxi- Baloncesto a celebrarse a finales del mes de abril de 2022, en Puerto Plata.
Después de cerca de 3.500 visualizaciones de reflexiones deportivas, saben que, al baloncesto tachirense si tiene quien le escriba, no como al coronel aquel.