Armando Hernández
El trabajo de bombero no es fácil, resulta una labor de alto riesgo y gran sacrificio, durante la cual en muchas oportunidades se expone la vida, recibiendo a cambio solo la satisfacción del deber cumplido. Sofocar un incendio, realizar un rescate, prestar primero auxilios, salvar vidas y ayudar a personas en peligro, entre otras emergencias, son situaciones que requieren preparación y capacitación, para convertir al bombero en una persona apta para la actividad que debe desarrollar. Son los bomberos altamente admirados y su labor reconocida en todos los estratos de la sociedad, particularmente por aquellas que, gracias a la intervención de este servidor público, han logrado superar momentos de apremio.
Este 20 de agosto se celebra en Venezuela el Día Nacional del Bombero, fecha que fue institucionalizada durante el primer Congreso Bolivariano de Bomberos, celebrado en Maracaibo, estado Zulia, en 1972, al cual asistieron representantes de los cuerpos de bomberos de los países que fueron libertados por el padre de la patria, Simón Bolívar.
Bomberos Voluntarios
Además de los bomberos permanentes, que figuran en nómina y reciben paga por su trabajo, existe otro grupo que es digno de respeto y admiración por su entrega y voluntad de servir, a quien corresponde correr los mismos riesgos y enfrentar las mismas situaciones que el bombero que devenga un salario por su trabajo. Nos referimos a la Unidad de Bomberos Voluntarios, conformada por hombres y mujeres que todo lo sacrifican por servir al prójimo y hasta disponen de sus recursos de carácter personal para costear los gastos de sus labores, que deberían asumir los organismos de los cuales dependen, en el caso del estado Táchira, las alcaldías.
En nuestro municipio, la historia de los bomberos voluntarios se remonta prácticamente al mismo momento en que inicia actividades el Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal, el 28 de noviembre de 1952, bajo el mando del sargento ayudante Baltazar Echeverría, comandante fundador, y del recordado Cnel. Justo Pastor Daza Porras, quien lo reemplazó en el cargo y echó las bases para consolidar la entonces Compañía de Voluntarios, de la cual formó parte un grupo de impetuosos jóvenes de la ciudad. La historia nos recuerda aquellos remotos tiempos y nos trae a la memoria los nombres de Rodrigo Daza Porras, quien llegó a ser comandante de la institución, de la cual se retira con el grado de coronel, y Alfonso Briceño Daza, quien también se desempeñó como primer comandante y pasó a retiro como el primer bombero en el estado Táchira en alcanzar el grado de general.
Han formado parte de la Unidad de Bomberos Voluntarios de San Cristóbal personas de los más diversos estratos sociales del estado Táchira, profesionales, amas de casa, estudiantes, obrero, políticos y religiosos; en fin, una buena cantidad de ciudadanos que, sin distingos de ninguna naturaleza, se han esmerado en servir al prójimo, ayudar y colaborar.
El bombero voluntario en nuestra ciudad es una pieza importante del engranaje de una instrucción que se mantiene alerta durante las 24 horas del día, y está preparado para actuar ante cualquier situación que requiera su valiosa intervención. De hecho, la Ley Orgánica del Servicio de Bombero y de los Cuerpos de Bomberos y Bomberas y Administración de Emergencias de Carácter Civil, otorga al bombero voluntario los mismos deberes y derechos del bombero titular, con la salvedad que, por tratarse de un bombero o bombera no profesional de carrera, en servicio permanente, no devengará salario de ninguna naturaleza.
Ciudad bajo custodia
En varios municipios del estado Táchira existen cuarteles de bomberos que fueron creados con el propósito de asistir a los ciudadanos cuando las circunstancias así lo requieran, para responder con prontitud y eficacia ante una situación de emergencia y brindar a las comunidades la atención que necesitan para la preservación de sus vidas y sus bienes. Todos ellos cuentan con unidades de bomberos voluntarios.
El Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal está conformado por un Cuartel Central y tres estaciones, distribuidas en lugares estratégicos de la ciudad, y, por supuesto, además cuenta con la Unidad de Bomberos Voluntarios, conformada por ciudadanos que de manera anónima prestan su invalorable servicio, enfrentando las mismas situaciones de riesgo y peligro que los bomberos permanentes, con quienes deben trabajar de manera coordinada para reducir riesgos y aumentar la efectividad de su trabajo.
El mayor Édgar Humberto Colmenares Moreno se desempeña como comandante encargado de la Unidad de Voluntarios, cuyo titular, el coronel Pablo Iván Jaimes Chacón, se encuentra atrapado en el exterior a causa de la pandemia del COVID-19. A Colmenares le ha correspondido en los últimos meses manejar todo lo correspondiente a esta Unidad, que operacionalmente depende de la Segunda Comandancia, la cual es desempeñada por el capitán Eduar Casas.
Colmenares no habla con orgullo y sentimiento de la importancia del bombero voluntario y las labores que debe desempernar. “Nos deja la satisfacción del servicio prestado, de ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio; es vocación de servicio”. La única diferencia entre el bombero voluntario y el permanente es la paga. Este último devenga por su trabajo un salario, mientras que el voluntario no recibe ni un céntimo, pues todo lo hace por vocación y espíritu de servicio, explica. “Monetariamente no ganamos nada, ya que nuestra labor es ad honoren; por el contrario, hasta nos vemos en la necesidad de aportar para gastos de nuestras operaciones en la Unidad. Considera como excepcional la satisfacción por el deber cumplido y la ayuda prestada.
El oficial superior de bomberos dice que a causa de la pandemia se han registrado importantes cambios y han surgido numerosas historias. “Algunos de nosotros pasamos prácticamente a ser permanentes, ya que se formó una sección más de guardia, entre personal de 8 horas y el personal voluntario, para aliviar la carga laboral. Algunas noches dormíamos solo dos horas por las constantes emergencias, en tanto que existían otros días de gran calma. Esto nos permitió compartir con el personal de guardia y experimentar un verdadero compañerismo durante casi un año, durante la gestión como comandante del Tcnel. (B) T.S.U Rafael Vivas, y los capitanes (B) T.S.U Feriaban Roldán, médico Jesús Casanova y el Lic. Javier Daza”.
Sin ayuda oficial
Resulta paradójico que la Unidad de Bomberos Voluntarios de San Cristóbal, que se han caracterizado por su sacrificio y gran espíritu de servicio, no reciba ningún tipo de atención por parte de los organismos competentes y hayan visto transcurrir más de veinte años sin recibir dotación, ni siquiera un par de calcetines. Todos los implementos, tales como uniformes, insignias, gorras, botas, franelas y demás, deben ser adquiridos por estos servidores con su propio dinero. Ahora, a causa de la crisis que se vive en el país, están pasando por las mismas necesidades de los bomberos permanentes y a nivel del estado Táchira no reciben los más mínimos aportes en cuanto a uniformes y equipos se refiere.
—En nuestro caso, no recibimos ningún tipo de dotación, todo es costeado por nosotros, desde zapatos hasta uniformes. Nos hemos dirigido a diversos organismos, incluso hemos planteado el caso del carné de identificación, sin haber recibido respuesta -explica otro oficial voluntario-.
No obstante, hay esperanza porque ya ha sido planteada, a nivel de la Dirección General Nacional, la dotación de uniformes al momento que sea dotado el personal permanente.
Proceso de admisión
La Unidad de Bomberos Voluntarios del municipio San Cristóbal tiene sus puertas abiertas para quienes deseen ingresar y cumplan con los respectivos requisitos. El llamado es para toda persona que quiera y sienta el deseo de ayudar al prójimo, sin esperar nada a cambio, aclaró Colmenares.
Los interesados pueden acudir al cuartel central “Justo Pastor Daza Porras”, en la avenida 19 de Abril, de agonal al Obelisco de la Colonia Italiana, los días miércoles de cada semana, en horas de la mañana, y contactar con el mayor Édgar Colmenares, quien es el titular de la segunda comandancia de la Unidad de Bomberos Voluntarios del Municipio San Cristóbal, o llamar al 0276-3534344, el mismo día miércoles.
“En la actualidad contamos con una gran variedad de profesionales que aportan su valioso trabajo a la institución, entre los cuales están los instructores en prevención de incendios, rescate y primeros auxilios; ingenieros, periodistas, abogados, médicos, enfermeras, Lic. en Educación, magíster en diferentes carreras, y personal que sin tener una profesión universitaria aporta sus valiosos conocimientos, como estudiantes, torneros, electricistas, plomeros, choferes; en fin, una gran cantidad de personas que desinteresadamente aportan su trabajo en beneficio de los demás ciudadanos”.
Este 20 de agosto, cuando se celebra el Día Nacional del Bombero Venezolano, hemos querido rendir homenaje a los bomberos voluntarios de San Cristóbal y, con ello, a los voluntarios de todo el Táchira y Venezuela en general, que merecen mayor atención y una mano amiga para resolver sus problemas. Todos los bomberos, permanentes o voluntarios, reciban nuestro reconocimiento y felicitación.