Internacional
ACNUR pide a Israel detener su política de reubicación forzosa de refugiados
9 de enero de 2018
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) pidió hoy a Israel que detenga su política de reubicación forzosa de refugiados eritreos y sudaneses hacia países del África subsahariana.
En la rueda de prensa bisemanal, el portavoz de ACNUR William Spindler anunció que la Agencia está «realmente preocupada» tras el anuncio efectuado por Israel a principios de este mes sobre sus planes de reubicar de forma forzosa eritreos y sudaneses a otros países de África o de detenerles indefinidamente.
«En un momento en el que ACNUR y sus socios de la comunidad internacional están comprometidos con las evacuaciones de emergencia en Libia, el reasentamiento forzoso a otros países que no ofrecen protección efectiva y el consecuente movimiento de estas personas hacia Libia y Europa es particularmente preocupante», añadió Spindler.
Según ACNUR, hay 27.000 eritreos y 7.700 sudaneses en Israel, pero desde 2009 solo 10 eritreos y un sudanés han sido reconocidos como asilados.
Además, Israel no ha recibido ningún refugiado sudanés o eritreo desde mayo de 2016.
La Agencia identificó 80 casos en Italia de personas que, después de ser reubicadas por Israel a un país africano, «arriesgaron sus vidas en un peligroso viaje hacia Europa a través de Libia».
ACNUR entrevistó a estas personas, todas ellas refugiados eritreos o solicitantes de asilo, que contaron que «sintiendo que no tenían otra opción, viajaron centenares de kilómetros a través de zonas de conflicto en Sudán del Sur, Sudán y Libia».
Las entrevistas se realizaron entre noviembre de 2015 y diciembre de 2017 en centros de acogida cerca de Roma y todos ellos aseguraron haber sufrido tortura, malos tratos y extorsión, antes de su entrada en Israel a través del Sinaí.
La mayoría explicó que habían sido transportados desde Israel hacia otros países en África con una cantidad de 3.500 dólares y que se sintieron inseguros porque se sabía que llevaban ese dinero, según informó el portavoz.
Cuestionado por si la solución es que Israel reconozca a estos refugiados, Spindler contestó que sería una opción válida, pero no la única ya que «las perspectivas de integración en Israel para personas con determinados perfiles podrían ser complicadas».
Y evocó la posibilidad de que estos refugiados sean reasentados con todas las garantías en terceros países, en lugar de ser expulsados.
«Pedimos a Israel que busque alternativas legales para la reubicación de estas personas en otros países», concluyó. EFE