La presencia de dos mujeres, junto con dos niñas de corta edad, en el barrio Las Flores y sus adyacencias, tiene indignados a sus vecinos, en razón de que las señalan de haber cometido varios hurtos, luego de que les permiten la entrada a las casas, con la excusa de usar el baño.
De acuerdo con los denunciantes, las mujeres, presuntamente de otro estado del país, utilizan a las niñas para que los incautos los dejen entrar y las infantes utilicen el sanitario, pero mientras una de las adultas se queda con la dueña de la casa, en la puerta, hablando de cualquier cosa, la otra se encarga de evaluar qué hurtar, desde la entrada al baño. Y de regreso, lo hace.
De la situación ya tiene conocimiento el Ministerio Público, luego de que una de las afectadas formuló la denuncia ante la Fiscalía de Atención a la Víctima.
Describen a una de las féminas como de unos 60 años de edad, de piel morena, de contextura robusta y con aspecto varonil; la otra, también morena, de aproximadamente 35 años. Acompañadas por dos niñas, de entre 5 y 8 años. Vestidas todas de manera muy humilde.
Según una de las denunciantes, a ella la abordaron el 11 de agosto. Le suplicaron que les diera permiso para usar el baño, pues las niñas necesitaban usarlo. La víctima, en vista que se trataba de menores de edad y que sus acompañantes eran mujeres, accedió.
Le indicó dónde estaba el baño, y la mujer ingresó, mientras la cómplice se quedaba con la dueña, en la puerta, entreteniéndola con un sinfín de preguntas.
Pasados unos minutos, la mujer y las niñas se reunieron en la puerta con la cómplice y la víctima, a la que le agradecieron, se despidieron y se fueron.
Poco a poco, en el transcurso del día, la agraviada se dio cuenta de que se habían llevado su teléfono celular, unas tijeras profesionales para costura, y consideró que, seguramente, también habían hurtado otras cosas de valor, que aún desconocía.
Fue así como al contar a un vecino y este a otro, lo que le había pasado, se enteró que las mujeres ya habían cometido este tipo de fechorías en otras residencias, establecimientos comerciales y expendios de alimentos de la calle principal de esta populosa barriada.
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Además extorsionan
El descaro y la acción criminal de las mujeres, que además cometen el delito de utilizar menores de edad en delitos, no quedan ahí.
En el caso particular arriba mencionado, la víctima ha estado recibiendo llamadas extorsivas de estas dos mujeres, exigiéndole 100 dólares para devolverle el teléfono celular.
Esperan los vecinos del barrio Las Flores y sus adyacencias que las autoridades mantengan mayor presencia policial en el sector a fin de frenar a estas dos mujeres, y que el Ministerio Público actúe, en función de imputarlas por los delitos que han cometido, atentando incluso contra el bienestar físico y hasta contra la salud mental de las niñas con las que andan. (Miriam Bustos)