Carlos Casanova
La misión de determinación de los hechos creada por el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas determinó que autoridades venezolanas del más alto nivel cometieron flagrantes abusos que constituyen crímenes de lesa humanidad
La ONG Foro Penal Venezolano señala que: “El hecho es que en más del 90 % de las personas detenidas con fines políticos, 15.678 desde el 2014, no han tenido derecho a juicio, solo 120 de ellas: el 7 % han sido condenadas y porque las han obligado a admitir hechos… Existe una clara violación al derecho a la defensa en los casos de presos políticos. Dicen que los mantienen presos porque han cometido delitos y, por ello, están judicializados”.
De la cifra actual de 323 presos políticos que maneja Foro Penal, certificada internacionalmente, detalla que 23 son mujeres y 300 son hombres, 123 son militares y 200 son civiles, pero el 88 % no tiene condena, es decir, no han sido llevados a juicio, pero llevan una gran cantidad de años tras las rejas.
Nos encontramos en Venezuela con el hecho insólito de contar con presos políticos, y tener defensores de los derechos humanos como presos políticos también. El gobierno de Maduro admite hechos como el asesinato del concejal Albán y del capitán Acosta Arévalo, y más recientemente Gabriel Medina Díaz, que tenía un mes en grave estado de salud sin atención médica, para cuando fue llevado al centro médico ya el daño era irreversible, constituyéndose en el 9no preso político que muere en custodia del Estado venezolano, con lo que queda claro que no son garantes en modo alguno de sus vidas.
¿Qué dice el Gobierno sobre estos hechos?, nada, o por lo menos nada convincente. Si cuando detienen al ciudadano está sano y en la cárcel se va deteriorando su salud, sin que el Gobierno haga nada, por análisis en contrario diríamos que así lo permite, es decir, su deterioro de condición de vida.
Es así, en consecuencia, que la oposición debe enarbolar una lucha sistemática en defensa de estos defensores de los derechos humanos presos, junto al resto de presos políticos; con ello señalo que en los diálogos de México se debe retomar el tema, no solo desde la sola solicitud de libertad para los presos políticos, sino el cese de sus causas para que la libertad sea plena.
Ahora bien, la liberad debe lograrse primero para los que están mal de salud, los que tienen más tiempo presos, y posteriormente el resto; con ello se evitan dos cosas: que sea el Gobierno el que dice quiénes salen, ya que siempre salen paradójicamente los que participarán en las elecciones, convirtiéndose la solicitud de libertad de presos políticos en un beneficio que igual beneficia al propósito político de la revolución; y en segundo lugar, que libere presos comunes como presos políticos.
Los tachirenses, y veo una movilización de las ONG en todos los estados de Venezuela. sumados a nuestra petición de medida humanitaria y libertad para los defensores de los DD.HH, integrantes de FundaRedes: el profesor Javier Tarazona, su hermano Rafael y al abogado Omar de Dios García, quienes además presentan deterioro en sus condiciones de salud, de reconocida e intachable reputación pública.
Con el fervor de que salgan en libertad, les agradezco la lectura de este artículo.
Dios nos bendice
Carlos Casanova Leal