Fue a través de una llamada anónima que una familia de Valencia, estado Carabobo, se enteró que Kelvin José Quevedo Sánchez, de 20 años, quien recién había viajado al Táchira, fue asesinado a tiros. Su cadáver fue localizado junto al de otro joven, el 25 de agosto, en jurisdicción del municipio García de Hevia.

La llamada telefónica, apenas hace unos días, se la hicieron a la abuela paterna del muchacho, por lo que en el acto avisó a los demás parientes, para que se movilizaran al Táchira y así verificar la terrible noticia.

Ya había preocupación entre sus seres queridos, pues habían perdido toda comunicación con él, tras arribar a la entidad tachirense, y con esa información, la angustia se agudizó, por lo que era necesario verificarla.

Así lo hicieron, viajaron a San Cristóbal, y en la morgue confirmaron que era cierto, Kelvin fue asesinado.

De la otra víctima fatal, los familiares del muchacho no tienen conocimiento de quién es; presumen que podría ser un amigo con el que el joven viajó desde Valencia, pero desconocen mayor información sobre este.

De hecho, su cadáver aún permanece, sin identificar, en la morgue del Hospital Central de San Cristóbal.         

La familia de Kevin también ignora quién hizo la llamada, porque sus intentos por llamar a ese número telefónico en cuestión y obtener más información, fueron infructuosos. Nadie respondió. Posiblemente se trata de un teléfono de alquiler.

Lo que se pudo conocer sobre Kelvin José Quevedo Sánchez es que trabajaba en su ciudad natal, como obrero de la construcción, al igual que su amigo, con el que viajó al Táchira.

Sobre el motivo del viaje, y si lo hicieron en vehículo particular o en autobús, también se desconoce, según el familiar con quien se conversó, quien solo aseguró que al menos Kelvin no tenía carro.

Sobre el móvil del doble homicidio, aunque se dijo que el Cicpc tiene casi esclarecido el caso, que inició como un posible ajuste de cuentas, no se descarta el robo.

El hallazgo de los dos cadáveres lo hicieron a temprana hora de la mañana del miércoles 25 de agosto, en plena vía pública, a la entrada de la autopista La Fría, en el distribuidor Aeropuerto, vía a La Esmeralda, municipio García de Hevia.

El cuerpo de una de las víctimas fue prácticamente consumido por el fuego; el otro, desde los pies hasta la cintura. Ambos estaban desprovistos de ropa y, de acuerdo con las evidencias que incautaron en el sitio, les quitaron la vida en el mismo lugar en el que fueron localizados.

Miriam Bustos