Este lunes, en la noche, durante la irrupción de cuatro sujetos armados en la sede de la Upel-Rubio, habría ocurrido una situación irregular, adicional a haber sometido a los vigilantes con la intención de perpetrar un hurto, por cuanto se presume que al menos uno de los antisociales pudo ser abaleado durante esta situación, de acuerdo con un rastro de sangre que hallaron las autoridades.
De acuerdo con la información que sobre el hecho se pudo recoger, el lunes en la noche una comisión de Politáchira, que efectuaba patrullaje preventivo por las inmediaciones de la Upel, escuchó una detonación proveniente de la universidad, por lo que procedieron a verificar la situación.
Al entrevistarse con uno de los vigilantes privados, que también manifestó haber escuchado el tiro, decidieron hacer un recorrido por el interior de la institución universitaria, ubicando a unos 80 metros a otro de los vigilantes, al que habían sometido y maniatado.
Fue este quien los alertó que cuatro hombres armados lo habían sorprendido, reducido, atado de manos y robado el radio portátil de onda corta, marca Motorola, perteneciente a la empresa de seguridad Región Los Andes; además lo despojaron de su teléfono celular y la billetera.
Dijo también que los cuatro desconocidos, al percatarse por las luces -de la llamada “coctelera”- de que la Policía estaba cerca, emprendieron la huida, pero en plena fuga uno de ellos accionó accidentalmente el arma de fuego que portaba e hirió a otro.
El arma quedó en el lugar, mientras que del delincuente herido sería la sangre en el piso, que hasta en la parte externa de la universidad se observó. En virtud de esto, emprendieron la búsqueda del herido en distintos centros asistenciales de Rubio y San Cristóbal, pero no lo hallaron.
El arma que quedó en el sitio, específicamente un revólver, fue incautada y puesta a disposición del Cicpc para que la someta a experticia. (MB)