Congestionado el retorno a Venezuela
23 de noviembre de 2024
“Una cosa es el error y otra es el engaño: nosotros bien podemos equivocarnos, pero mal podemos engañarnos”.
Hugo Rafael Chávez Frías (Aló Presidente N. 243)
En medio de la vorágine especulativa que carcome el bolsillo de los venezolanos y para la cual, a pesar de los ensayos hechos por el Gobierno bolivariano, todavía no se ha encontrado el antídoto para frenarla (se habla del Petro), la carrera electoral para la presidencia de la República parece haberse iniciado y, además, con mucha anticipación.
Si bien el diálogo de la oposición y los representantes del Gobierno continúa en un estira y encoge en República Dominicana, de allí no parece salir humo blanco y por eso, desde el Departamento de Estado ya parece haber un ungido, quien deja sin luz y sin vista a los políticos de la MUD, por haber fracasado en las misiones asignadas para derrocar al gobierno de Maduro y, además, por resultar muy onerosos para el Tesoro norteamericano.
Para la Revolución Bolivariana y en especial para el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, la cosa no ha resultado fácil y los obstáculos y ataques del imperio se acentuaron durante el 2017, con reveses en lo económico y triunfos importantes en lo político, que brindan un impulso y fuerza al chavismo para prepararse hacia la contienda (que podría adelantarse) y la cual ya asoma la reelección del hijo de Chávez (según el CNE) en diciembre del 2018.
No es un secreto que la Revolución Bolivariana, con la muerte de Hugo Chávez, recibió un golpe certero en su liderazgo; pero no obstante, con la tenacidad y la constancia, se ha logrado consolidar en el pueblo venezolano el liderazgo del presidente obrero, Nicolás Maduro, asignado por el propio Comandante bajo la invocación de la luna llena.
La oposición venezolana representada por una MUD, con las patas quebradas, no ha dado pie con bola. Los dirigentes de los partidos agrupados en ella han dado un triste espectáculo y han perdido credibilidad entre sus propios seguidores y, además, han sido víctimas de sus propias políticas de violencia y ahora también de la guerra económica.
El descaro y la falta de imaginación han caracterizado a la MUD, mostrándose torpe y desconcertada. Ante el llamado al diálogo que ha atravesado varias etapas (incluso con la bendición del Papa), ha tenido un final que los ha llevado a acudir, con el rabo entre las piernas, a pedir cacao en Santo Domingo y a ser un punto de debate y desacuerdo para los propios dirigentes de la MUD, hoy divididos.
Todo el burdo espectáculo que han presentado los dirigentes de la oposición a sus seguidores en Venezuela y a sus financistas en Washington, Miami, Madrid y Bogotá, es hoy un signo de fracaso. Todo ello ha ameritado al propio Departamento de Estado, tener que realizar su campaña a través del propio Donald Trump, como ayer lo hicieron con Barak Obama.
La Revolución Bolivariana ha puesto de cabeza a los sesudos artífices de la política imperialista, a pesar de su estrategia cínica e inhumana de las guerras de IV y V Generación para hacer “Chirrear” nuestra economía, como lo hicieron en el Chile de Salvador Allende.
El panorama no lo pintan fácil en nuestro país, cuando desde las propias filas del chavismo saltan traidores y vende patria, quienes podrían saltar la talanquera por su afán y despótico sueño de ser presidentes de Venezuela y ya deberían haber sido expulsados del Psuv.
Ante todo este dantesco espectáculo, de fango y de traiciones, el pueblo venezolano ha dado signos de madurez y ha respondido con estoicismo ante los acosos de una inmoral oposición y, también, ha demostrado su firme propósito de defender la democracia participativa y protagónica.
En este escenario de una cruda realidad económica que golpea el bolsillo de los venezolanos, es donde surge una nueva contienda electoral, luego de 23 elecciones consecutivas.
El presidente Nicolás Maduro se ha lanzado por la calle del medio de nuevo a la Presidencia y aspira a contar con el respaldo del pueblo venezolano, consciente de dónde está su enemigo, el causante de sus penurias y el auténtico verdugo de su bolsillo.
La mesa está servida y la historia del fracaso comprobado en América Latina, bajo la mano invisible del imperio norteamericano, quisiera imponerse en Venezuela con un libreto de modelos neoliberales que atentan contra las conquistas de las clases trabajadoras, desposeídas y excluidas que buscan su redención.
No es bajo los modelos de Santos, Macri, Temer, Kousinski y Piñera que la tierra de Bolívar va a encontrar su redención. Este esperpento de modelo político, servil y arrastrado al imperialismo norteamericano, no lo queremos más en Venezuela.
La farsa está montada y el payaso del circo ha sido escogido en los pasillos del Pentágono, el Departamento de Estado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Los venezolanos estamos conscientes cómo ante la guerra económica, el pueblo ha buscado sus propias defensas y mecanismos de combate. De esta crisis surgieron los CLAP y otras formas de organización popular.
Ante las amenazas de un “pelucón”, asesorado por el imperio y sus amigotes del FMI; así como las consejas de J.J. Rondón de venirnos con un “paquete chileno” disfrazado de CLAP, los venezolanos no caeremos en este chantaje.
El “pelucón” tendrá que irse bien lejos con su caja de cerveza y su harina PAN, por aquello de “a otro perro con ese hueso”, porque bien preso debería estar por los dólares que usurpó de la República, gracias a sus testaferros y funcionarios vestidos de rojo, quienes le facilitaron los dólares para que montara sus empresas de harina y de cerveza en los EE.UU., Colombia y Brasil. y no invirtiera en nuestro país… ¡Demos un parao al Pelucón!
¡Amanecerá y veremos! (Marco Tulio Arellano)
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