Jersys Fernández, joven decapitada por bandas armadas de El Perú, era oriunda de Las Tunitas, Chichiriviche, municipio Monseñor Iturriza del estado Falcón y nieta de un conocido pescador de la costa oriental de la referida localidad.
La víctima dejó dos menores en orfandad. Las razones por las cuales la decapitaron, junto a otra persona, que aún no ha sido identificada, se desconocen, aunque, trascendió de manera extraoficial que el suceso dantesco se debió a un ajuste de cuentas.
Supuestamente, Fernández, entregó a su pareja a efectivos de la Guardia Nacional, quien era conocido en los bajos fondos como «El Chapulín», cuyo sujeto murió posteriormente en un aparente enfrentamiento con los castrenses.
La segunda cabeza, posiblemente corresponde al primo de la fémina, información que aún no está confirmada.
El suceso macabro ha sido rechazado por la población de El Callao, luego que fueron abandonadas las dos cabezas en la plaza El Jobo, en un bolso de color azul.