El índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos creció un 0,1 % en diciembre y dejó la inflación total de 2017 en el 2,1 %, informó hoy el Departamento de Trabajo.
En 2016, la inflación anual fue igualmente de 2,1 %, tras los bajos registros de 2015 (0,7 %) y 2014 (0,8 %).
La cifra de 2017 coincide con las previsiones de los analistas, y sitúa la inflación en torno a la meta anual del 2 % marcada por la Reserva Federal (Fed).
Los principales incrementos de precios en diciembre correspondieron a los sectores de la vivienda, que aumentó un 0,4 %, y el de comida.
Por su parte, la energía descendió debido a la caída del precio de la gasolina, que se redujo un 2,7 % en diciembre.
Sin tener en cuenta los precios de los alimentos y la energía, que son los más volátiles, la inflación subyacente aumentó en diciembre un 0,3 %, el mayor alza en 11 meses, y la interanual se situó en un 1,8 %.
Tras años por debajo de la meta de la Fed, la inflación parece repuntar en EEUU con lo que se allana el camino para que el banco central prosiga su senda de gradual de ajuste monetario, con tres aumentos de tipos de los interés previstos para este año, del nivel de entre el 1,25 % y el 1,5 % en que se encuentran actualmente.
Los economistas prevén que a ello contribuya el rápido ritmo de crecimiento en EEUU, que el tercer trimestre se expandió a una tasa anualizada del 3,2 %, así como el bajo nivel de desempleo, en mínimos desde el año 2000. EFE