Las quejas y la desesperación se apoderaron este martes de la la ciudadanía que arribaba, en horas de la mañana, a las cercanías del punto de control de Peracal y se encontraban con una interminable fila de vehículos.

“Otra vez”, lamentaron los conductores de carros particulares y de transporte público que, en su mayoría, se trasladan a la frontera para ir a Colombia por medio de los caminos verdes.

Uno de los conductores consultados por el diario La Nación, contabilizó más de dos horas en una cola que solo con mirarla agotaba la vista de cualquiera.

Pidieron a los funcionarios agilizar el tránsito a la altura del punto de control para evitar la agonía que se vive en cola, y que se intensifica con los intensos calores de la zona.

Jonathan Maldonado