La selección nacional se mantiene en el sótano de la tabla, con nueve derrotas, un empate y dos victorias. A partir de ahora se debe comenzar a pensar en el Mundial-2026
Caracas, Venezuela (AFP) La clasificación de Venezuela al Mundial de Catar es posible, pero requiere de una matemática prácticamente imposible. La derrota 3-0 ante Chile mató la esperanza vinotinto y toca, otra vez, pensar en el futuro.
La goleada apagó la ilusión que dio el triunfo previo con Ecuador en casa. Ya hacía tiempo que la clasificación precisaba de la calculadora, de que se alinearan los astros.
Venezuela se mantiene en el sótano de la tabla, con nueve derrotas, un empate y dos victorias. Vestida ya con los harapos de Cenicienta, cierra el calendario de este año con visita a Ecuador y recibiendo a Perú en casa.
Luego viene Bolivia, Uruguay, Argentina y el clásico con Colombia.
Mejor guardar la calculadora en la gaveta y comenzar a pensar en 2026. Una primera interrogante que hay que resolver es el técnico.
¿Cierra este ciclo Leonardo González, que asumió como interino tras la renuncia de Jose Peseiro por impagos? La federación local anunció negociaciones con un entrenador de «jerarquía internacional», pero hasta ahora nada.
La prensa asomó al argentino José Pekerman, aunque empiezan a surgir voces que abogan por la continuidad de González, al menos para que cierre el ciclo de Catar.
«Lo más importante es poder dejar una huella allá donde fuera. Ése es mi requisito. No voy a tomar un trabajo por el hecho de estar ocupado. Tengo que estar convencido», dijo Pekerman en una entrevista con el diario Marca publicada el viernes, sin mencionar algún acercamiento de Venezuela.
Venezuela ha tenido cuatro entrenadores en los últimos siete años, la mayoría con grandes limitaciones financieras.
“Una derrota jodida”
La Vinotinto de González ha salido a jugar con balón, a buscar el arco rival, y ha dejado atrás esquemas más conservadores que había presentado Peseiro en sus últimos encuentros, así como su predecesor, el exarquero Rafael Dudamel.
El resultado, que dio un nuevo respiro a Chile, que venía con problemas en el clasificatorio, volvió a dejar en evidencia el gran talón de Aquiles del combinado con jugadas a balón parado. Los dos primeros goles de la Roja vinieron de cobros de esquina que Venezuela no pudo neutralizar.
“Una derrota jodida”, calificó al final del partido el centrocampista venezolano Adalberto Peñaranda, uno de los más activos del equipo caribeño.
“El equipo viene haciendo las cosas bien. Perdimos el partido por esas pelotas paradas. Ya nos quedan otros partidos pendientes de eliminatoria y hay que terminar de la mejor manera”, advirtió ante la difícil situación en la que quedó la Vinotinto, última con siete puntos y a nueve de las plazas de clasificación.
El equipo está en déficit, y entre las lesiones, la pandemia, la desorganización institucional y la falta de amistosos ha sido muy difícil llenar ese vacío. La selección necesita trabajo y no hay los espacios.
¿Y González? En una entrevista con la AFP hace 10 días, el técnico dijo que continuaría al frente del equipo solo si oficializa su nombramiento.
«Es muy difícil ser interino por tantos partidos», indicó.
«Si a lo mejor me dieran la posibilidad de ser el técnico de la selección nacional ya yo podría asumir una planificación con miras al Mundial de 2026 y vendrían recambios, vendrían renovaciones (…). De esta manera (siendo interino) es muy difícil tomar decisiones, porque las decisiones tiene que tomarlas el que pueda venir», explicó González, técnico del Deportivo Lara en la liga local.