Internacional
Cancilleres de Chile y México no asistieron a diálogo de este sábado y enviaron delegados
13 de enero de 2018
El Gobierno y la oposición venezolana prosiguen este sábado las conversaciones que iniciaron este jueves en Santo Domingo en busca de un acuerdo para intentar solucionar la crisis que vive el país caribeño.
A su llegada a la sede de la Cancillería dominicana, donde se celebran las reuniones en medio de un gran hermetismo, ni el representante del Gobierno venezolano en el diálogo, Jorge Rodríguez, ni el portavoz de la oposición, Julio Borges, ofrecieron declaraciones a la prensa, publicó EFE.
Después de que la intensa jornada de conversaciones de este viernes, cuando se esperaba que finalizara esta nueva ronda de negociaciones, concluyera sin que se lograra un acuerdo, ambas partes decidieron extender a este sábado las reuniones.
Tras más de 12 horas de negociaciones, el canciller dominicano, Miguel Vargas, señaló este viernes que se trató de una “jornada exitosa” y que este sábado iban a continuar de nuevo para tratar de concluir estos encuentros “en procura de una salida pacífica, estable y democrática a la situación que vive el pueblo venezolano”.
Al término de la cita, que concluyó cerca de la medianoche, el ministro venezolano de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, aseguró que están “muy cerca” de alcanzar un acuerdo definitivo en favor de la paz y la convivencia entre los actores políticos de ese país.
Mientras la oposición venezolana, que en la víspera del encuentro expresó su desconfianza en este proceso de negociaciones, no hizo anoche ninguna declaración.
En la reunión participan el presidente dominicano, Danilo Medina, y el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero; y cuenta también con el acompañamiento de Chile y México, a solicitud de la oposición, y de Bolivia, Nicaragua y San Vicente y Granadinas, invitados por el Gobierno de Nicolás Maduro.
Ni el canciller mexicano, Luis Videgaray, ni el chileno, Heraldo Muñoz, que ayer participaron en el encuentro junto a los cancilleres de Bolivia y Nicaragua, asisten hoy a las conversaciones y ambos enviaron representantes en su lugar.
En representación del canciller chileno, que regresó la noche del viernes a Chile, asiste el embajador Gabriel Gaspar, quien ejerce sus funciones en misión especial, según confirmó a EFE una fuente de la Embajada chilena, mientras que por México participa Luis Alfonso de Alba, subsecretario para América Latina y el Caribe.
El pasado jueves, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, señaló en Twitter que “si no hay resultados concretos y creíbles ya, entonces no tendrá ningún sentido seguir adelante”, a lo que la presidenta de la Asamblea Constituyente, Delcy Rodríguez, respondió que este “en las postrimerías de su cargo como canciller opta por la triste puerta trasera y sirve a bajos intereses estadounidenses”.
El punto central de este diálogo para la oposición es lograr garantías electorales para los comicios presidenciales previstos para este año.
Horas antes del inicio de la reunión del jueves, el diputado opositor Luis Florido señaló en su cuenta de Twitter que “un cambio de gobierno es necesario para frenar la crisis en el país”, y que exigen “un acuerdo que permita elecciones libres en Venezuela”, al tiempo que destacó que “entre el primer encuentro y este tercero, el Gobierno de Maduro muestra una mala fe que es insensible a la crisis.
Por su parte, el presidente Maduro dijo el jueves que la delegación de su Gobierno en el diálogo tiene “instrucciones precisas” para avanzar en los acuerdos del proceso y para “dar garantías plenas” en la realización de las elecciones presidenciales de este año.
Los otros puntos principales para la oposición son la apertura de un canal humanitario que permita el envío de medicinas y alimentos, la liberación de los encarcelados que consideran “presos políticos” y la restitución de unos poderes constitucionales de los que fue despojado el Parlamento.
En tanto, el oficialismo exige el levantamiento de las sanciones económicas que pesan sobre algunos de sus funcionarios y el reconocimiento de la Asamblea Constituyente, un órgano plenipotenciario integrado solo por oficialistas y no reconocido por numerosos gobiernos.
El diálogo se inició formalmente el 1 de diciembre, después de que quedaran en el aire durante varias semanas las conversaciones de septiembre, y al término de las reuniones del 15 de diciembre, ambas partes destacaron los avances, pero reconocieron que necesitaban más tiempo para llegar a un acuerdo.