Favio Hernández
Aunque en el bando oficialista hay fricciones que tratan de mantener en bajo perfil, en la acera opositora son públicas y mediáticas
Las tensiones y las alianzas se incrementan entre las organizaciones políticas, a falta de un poco más de un mes para las elecciones del 21 de noviembre, tal como se ha visto reflejado tanto en los factores de oposición como en el ala izquierdista.
Queda en evidencia que, a pesar de haberse realizado procesos primarios en algunos casos, consensos en otros e imposiciones en ciertas circunstancias, las rencillas prevalecen y esa espinita no ha salido en muchos dirigentes.
La MUD y la Alianza Democrática
El conflicto entre los factores de oposición radica en que los integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y la Alianza Democrática no se quieren ni ver y más allá del conflicto entre la gobernadora del estado, Laidy Gómez, y Fernando Andrade, está la pelea pública entre Gómez y Henry Ramos Allup.
Por más que una parte de la sociedad les implora que consoliden la unidad, y a sabiendas de los mismos criterios opositores que vaticinan una “pela” electoral el 21 de noviembre, en caso de que no lleguen a unirse, los jerarcas internos de la oposición siguen divididos y, como si fuera poco, cada sector opositor tiene sus propios problemas.
Allup no le perdona a la gobernadora del Táchira que se haya ido en apoyo a Bernabé Gutiérrez, secretario nacional de Acción Democrática, por lo que le juró una guerra a muerte.
Cierto es que ni Gómez ni Andrade dan el brazo a torcer y ambos están convencidos de que cuentan con todo lo necesario para llevar la bandera de la unidad opositora en el Táchira.
La versión de Andrade es que no se sienta a conversar con «alacranes» y que el otro bando es «colaboracionista» del Gobierno nacional, mientras que Gómez no perdona que los dirigentes de la MUD no hayan querido participar en los comicios de la Asamblea Nacional, por lo que ahora les exige que, de unirse, deberán hacerlo bajo sus condiciones.
Dobles espías
Sin embargo, se asegura que hay dirigentes en estos bandos que juegan para las dos caras: algunos están con Laidy y se han reunido con factores de la MUD, y viceversa, buscando quizás cuadrarse con ambas partes.
De hecho, comentan que la gobernadora le ha jalado las orejas a su tren ejecutivo en más de una ocasión, exigiéndole compromiso y reprochándole por la fuga de información, mientras que en la MUD, donde son más centralistas, algunas cosas no cuadran con ciertos actores que mantienen posibles vínculos con el gobierno regional y sostienen una amistad con Gómez.
William, manzana de la discordia
Muchas veces se ha hablado del tema William Méndez. Su candidatura a la alcaldía de San Cristóbal generó descontento entre la militancia de Acción Democrática (AD) y Copei.
Los adecos, así como el resto de organizaciones que conforman la Alianza Democrática, no vieron con buenos ojos la imposición de Méndez para la capital tachirense, ya que se llevó a cabo un proceso de elecciones primarias en donde resultó ganador Jaiberth Zambrano, pero dicha victoria no se respetó y se colocó al exfutbolista en su lugar, dejando en el aire la pregunta: «¿Para qué se hicieron entonces primarias?».
En Copei tampoco fue bien visto que Méndez haya sustituido la candidatura de Orlando Delgado para la municipalidad sancristobalense, pues Méndez estuvo fuertemente vinculado con la MUD y los copeyanos que se hacen llamar «institucionales».
Incluso revelan que sabían que no tenían un líder que peleara la alcaldía de San Cristóbal, pero preferían que se tomara en cuenta a un talento emergente o dirigente interno, antes de que llegue un refuerzo externo.
Incertidumbres en la MUD
Andrade es la principal bandera de la MUD en el Táchira, pero lo que preocupa a sus partidarios es que aún no cuenta con un comando de campaña plenamente establecido, solamente se le ve rodeado de dirigentes sin ningún cargo electoral.
Por ahí se generó una confusión respecto a su jefe de campaña, ya que algunos decían que era Homero Ruiz; no obstante, en la última semana circuló un rumor sobre su destitución y el nombramiento de Yúnior Labrador en ese cargo.
Ante esto, militantes de la MUD aclararon que Ruiz, ni nadie, no ha sido en ningún momento jefe de campaña de Fernando Andrade, y develaron que aún no hay cargos definidos.
Aclararon que Ruiz es un asesor de Andrade, y que Labrador ejerce más el rol de coordinador. Se espera que en Caracas se pongan de acuerdo con Andrade para armar su comando de campaña.
Renuncia presionada
Gustavo Delgado apunta a la reelección en la alcaldía de San Cristóbal y no fue sino hasta última hora que se oficializó su inclusión en la MUD, por lo que el burgomaestre ya contaba con un comando de campaña plenamente constituido, con o sin el apoyo de la Mesa de la Unidad Democrática.
Favio Ramírez era el jefe de campaña de Delgado, pero tal designación fue muy cuestionada por la dirección nacional de la MUD, ya que algunos alegaban que Ramírez sostenía lazos con la Alianza Democrática, mientras que otros dirigentes no congraciaban con la idea de Ramírez sobre realizar elecciones primarias y constituir candidaturas únicas.
Por ende, desde la capital de la República exigían la renuncia de Ramírez a la jefatura de campaña de Delgado, y así le asegurarían el respaldo de la tarjeta, cosa que efectivamente sucedió y ahora el alcalde cuenta con el apoyo de la MUD.
Se desconoce quién vendrá por Favio Ramírez en el puesto, pero se rumora que sería uno de los hombres de confianza de Delgado en la alcaldía de San Cristóbal.
Trifulca copeyana
Copei también tiene su propio lío, y vaya que fue un lío lo que se armó esta semana en la casa verde de Barrio Obrero, en el Pasaje Acueducto, ya que algunos miembros de la dirección regional le tienen ganas a la presidencia del partido en el Táchira, la cual ostenta Orlando Delgado.
Insultos, improperios, mesas y sillas al piso… faltó poco para llegar a los golpes, esto fue lo que dejó el último consejo regional.
Todo esto es porque Orlando Delgado cuenta con el rotundo respaldo de la dirección nacional verde, y algunos dirigentes regionales quieren llegar a la cabeza; de hecho, se comenta que Ricardo Hernández quiere la presidencia.
Tan tensa es la situación en Copei que hasta existe una demanda contra dos masculinos por violencia de género hacia una de las vocales de la dirección nacional, así como también hay sentencias de golpes entre caballeros.
Rojos-rojitos enfrentados en Torbes
Un acto de rebeldía se presenta en el municipio Torbes, precisamente en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pues se cuenta que la dirección municipal no está apoyando la candidatura de la propia apuesta de la organización, la de Gustavo Canelones.
Rumores especulan que dicha dirección, en la que figura el actual alcalde Roberto Lobo, no está de acuerdo con la candidatura de Canelones e incluso, según hablan, está haciendo fuerza para que sea el candidato del Partido Comunista de Venezuela (PCV), Jimmy Contreras, perteneciente también a la Alianza Popular Revolucionaria (APR), disidente del Gran Polo Patriótico (GPP).
Más bien son algunas organizaciones del GPP, como lo es Podemos, quienes están trabajando y respaldando la campaña de Canelones en el municipio cuya capital es San Josecito.
Sustituciones en la APR
Ya lo habíamos comentado, la APR es un bloque de organizaciones de izquierda, disidentes del GPP que no simpatizan con las políticas del Gobierno nacional.
Ellos tienen sus propios candidatos, pero al parecer hay dos que no tuvieron la pegada deseada, por lo que fueron sustituidos; estos son Yareth Leal (Junín) y Erasmo García (Capacho Nuevo), y en su lugar colocaron a Nicolás Pérez y Heraima A.
No obstante, lo de la popularidad son simples comentarios de filas, puesto la versión oficial que anunció la APR es que fueron sustituidos por motivos de salud.