Nancy Porras
Desde noviembre del año 2020, hasta mayo del año en curso, se realizó una campaña de vacunación contra la fiebre amarilla, logrando una cobertura del 100 % dentro del estado.
Las autoridades de Corposalud mantienen la vigilancia epidemiológica contra la fiebre amarilla, aun cuando no se han presentado casos, enfocándose en la vacunación, disminución de los índices entomológicos del vector y vigilancia, tanto en personas enfermas como en los monos.
Reggie Barrera, jefe de la División de Epidemiología, definió a la fiebre amarilla como una enfermedad `zoonótica`, propia de animales, que puede ser transmitida al hombre por la picadura de mosquitos salvajes en zonas de riesgo.
“Esta enfermedad, común en los monos, es transmitida por el mosquito sabethes, el cual pica al mono y mantiene la enfermedad en estos animales, convirtiéndolos en reservorios”, dijo.
Accidentalmente, este mosquito puede picar al hombre cuando este se adentra en estas zonas de riesgo, hablamos de militares, desplazados o bien personas que trabajan en el campo, argumentó el epidemiólogo regional.
Expuso que cuando las personas son picadas por el mosquito y llegan a la ciudad, desarrollan la enfermedad y se convierten en un foco de infección para el zancudo Aedes Aegipty, que lo pica y transmite a otras personas en esa comunidad.
Para Barrera, la intención es que haya protección en las comunidades, usando para ello la vacuna contra la fiebre amarilla, la cual se convierte en una herramienta esencial para el control de la enfermedad.
Vacunas
Luisana Gómez, coordinadora del Programa Ampliado de Inmunizaciones, explicó que desde noviembre del año 2020, hasta mayo del año en curso, se realizó una campaña de vacunación contra la fiebre amarilla, logrando una cobertura del 100 % dentro del estado.
Sin embargo, el equipo de PAI se mantiene en los municipios de la zona sur y de frontera, aplicando las dosis de fiebre amarilla a los adultos y niños que aún no cuentan con el producto biológico o que perdieron el comprobante de la vacuna, buscando mantener a todas las personas inmunizadas contra la enfermedad.
También recordó que la vacuna antiamarílica se aplica hasta los 59 años, y se suele colocar una vez en la vida. “A quienes aún no tienen estas dosis, los instamos a acudir a cualquiera de nuestros centros de salud para que se las apliquen, de forma gratuita”, invitó.
Vigilancia epidemiológica
María Gabriela Rico, coordinadora del programa de Zoonosis, informó que se viene llevando a cabo en los municipios vulnerables, es decir, aquellas zonas donde hay presencia de monos araguatos, la sur y fronteriza.
Instó a la población a estar alerta ante cambios de comportamiento de los monos o la presencia de estos animales muertos en la zona donde viven, finalizó.