El joven empleado de una empresa funeraria de Coloncito, municipio Panamericano, falleció a causa de las lesiones que sufrió, tras presuntamente ser arrollado por un vehículo, cuyo conductor se dio a la fuga, la madrugada de este jueves.
La víctima fatal fue identificada como Adrián Gabriel Reyes Duarte, de 21 años, con residencia en la parte alta de la aldea Los Caños, quien, además de trabajar en la empresa El Santo Grial, era hermano del propietario.
Fue precisamente él, su hermano Heiber Reyes, quien, con el dolor marcado en su rostro, se vio en la penosa tarea de recoger el cadáver de su hermano, para luego trasladarlo en la furgoneta –previa autorización de los funcionarios de la PNB que investigan el hecho- hasta la morgue del Hospital Central de San Cristóbal, para que le fuera practicada la autopsia de ley.
Contó Heiber que el miércoles, varias horas antes de la inesperada muerte de Adrián, estuvieron departiendo en familia, en Coloncito, la capital del municipio, por cuanto se celebraba el Día del Panamericano.
Dijo que disfrutaron de un desfile y de otras actividades previstas para tal ocasión, que aglomeró a un nutrido número de habitantes de la jurisdicción.
En vista que Heiber tenía compromisos laborales el jueves, decidió irse, se despidió de su familia y se fue a descansar, esperando que su hermano menor hiciera lo mismo, un poco más tarde.
Sin embargó, no se sabe qué pasó después de esto. Aparentemente, Adrián recibió la llamada telefónica de una joven, que lo invitó a ir a La Palmita, un poco alejada de donde estaba el muchacho.
“Al parecer, lo llamó una amiga, una novia, no sé, y él se fue, a pie, hacia el otro pueblo cercano. A mí me llamaron unos amigos, como a las 3:30 de la madrugada, para decirme que habían encontrado a Adrián mal herido, en el puente La Arenosa, vía a La Palmita, pero que no pudieron auxiliarlo, porque falleció en presencia de ellos. Obviamente, el supuesto arrollamiento tuvo que haber ocurrido entre las 3 y 3:30 a.m. Mi hermano murió allí mismo, desangrado. No sabemos qué carro fue, ni nada; el que lo hizo se dio a la fuga”, dijo Heiber.
Funcionarios del Servicio de Tránsito Terrestre de la PNB estuvieron en el lugar del hecho para iniciar las correspondientes investigaciones que permitan esclarecerlo y determinar responsabilidades.
“Solamente Dios sabe por qué pasan las cosas, y de verdad, lamento mucho la muerte de mi hermano. No es nada fácil perder a un ser querido, y más que él trabajaba conmigo en esta área. No es fácil”, dijo finalmente Heiber, esperando también que el responsable del accidente tome conciencia y se ponga a derecho ante las autoridades policiales. (Miriam Bustos)