PEDRO VÁSQUEZ
EL DULCE SABOR DE LA VICTORIA
La mañana del domingo 31 de octubre se inició más temprano de lo acostumbrado. Me desperté aun pensando en la derrota. No tiene nada que ver con Halloween, pero, es que la tarde anterior no solo nos metieron un susto, nos complicaron la competencia. Aún duele.
En el desayuno, caras estiradas, saludos breves, pocas palabras. El grupo bajó a desayunar, un poco más tarde de lo acostumbrado; el dulce sabor de las arepas fritas y el café fueron levantando el ánimo. William Gamboa se encuentra bien de salud.
Por espacios cortos algunos fueron a mojarse los pies en la playa cercana al hotel que tiene horario. El almuerzo, por El Rodadero, con el dulce sabor del arroz con coco, y otros en los apartamentos fritando mojarra bajo la dirección del “Chef” José Ángel Molina que según sus comensales cocina exquisito.
La tarde para ver noticieros, descansar, revisar poco el celular porque el wifi no llega a las habitaciones; deseando suerte al Deportivo Táchira que inicia el hexagonal que lo puede llevar a conquistar su novena estrella. A Eugenio Caballero le extrajeron 20 cc de líquido de la rodilla.
A las 5 de la tarde, mientras se daba la charla técnica, nos enteramos que Cauca había perdido, por lo tanto, a las 6 y 30 se jugaría la gran final de la categoría Máster +50 entre Panteras del Táchira y Tayronas de Santa Marta en el centro polideportivo Polisur.
Llegamos al gimnasio a tiempo, calentamiento en grupo, rostros animados convencidos de la gran oportunidad de obtener de un título y en este caso en tierras extranjeras. Más de 500 personas que acompañaron al equipo local, no opacaban los gritos de apoyo de nuestra barra integrada por las esposas de algunos jugadores y otros acompañantes.
Cumpliendo las reglas de Maxi Baloncesto se arman dos grupos. Panteras salió con su quinteto acostumbrado en este torneo: Carlos, Noel, “Capacho”, Luis y “Toti”. Como alternativa “Gato”. Tayronas por su parte guardó a sus dos mejores jugadores para el segundo cuarto. Los dos equipos en zona. Los tiradores aurinegros cobraron y se terminó ese primer cuarto 22 a 11.
Para el segundo cuarto salieron al tabloncillo: Eugenio, Abel, “Chita”, Manuel y Jorge Eliecer. Como alternativa “Pavo”. La defensa fue exigente impidiendo que recibieran el balón sus mejores atacantes; las ayudas estuvieron presentes y aunque la ofensiva no logró coordinar varios avances, por pérdidas de balón y falta de pases a tiempo, el score se mantuvo con una ventaja de 8 puntos.
Uno de los árbitros inclinaba su juzgamiento hacia el equipo local y cualquier situación la aprovechaba para afectarnos sin tener el mismo criterio con los rivales. El cansancio en ambos bandos era notable. Era el quinto juego seguido. Panteras concentraba su ataque en Carlos Villasmil, se procuraban dos y hasta tres cortinas para lograr desmarcarlo y el exselección Venezuela con 33 puntos llevó al triunfo a Panteras Máster +50 en tierras samarias.
Esta victoria me recuerda la canción que dice: Santa Marta tiene tren, pero no tiene tranvía. Pues Santa Marta tiene torneo, pero no tiene título. Panteras por un punto le aguó la fiesta, le apagó el sonido, enmudeció a los asistentes.
La tarea se cumplió. El rival reconoció su derrota. Y aunque en lo segundos finales la mesa técnica no ponía a funcionar el cronómetro a tiempo, la presencia del mexicano Clemente Estrada, presidente de la Asociación Internacional de Maxi Baloncesto (AMI) y de Jaime Sarria representante colombiano dieron garantías para consolidar la victoria.
Luego de una corta celebración, con el dulce sabor especial de la cerveza fría en lata, a descansar. Mañana a la playa, a recargar energías, a preparar maletas y a retornar a nuestras actividades. El deportivo Táchira ganó con presencia de público. Dos alegrías deportivas en un mismo día.