Desde hace 25 años, Héctor Emilio Jaimes visita las tumbas de sus familiares en el cementerio municipal de Fernández Feo, a propósito del Día de los Fieles Difuntos que se celebra cada 02 de noviembre.

Acompañado por sus dos nietos, bajo un intenso sol, limpia el mausoleo que alberga los restos de su madre. «Cada 02 de noviembre, por el día de las benditas ánimas, visito las tumbas de mis familiares, les enciendo velas, les cambio las flores, las limpio. Además, rezo y les pido que me acompañen y apoyen en mis proyectos».

Un poco más allá, dos mujeres, de pie, parecen rezar, bajo la sombra de un árbol y rodeadas de cruces y algunos montículos pequeños con flores. Son suegra y nuera. Esta última se llama Dileima Abril, vive en San Rafael de El Piñal, y desde hace cuatro años cumple el ritual de visitar la tumba de su madre.

«Para mi familia es una tradición. Solemos venir a visitar a nuestros difuntos, limpiamos los alrededores de sus tumbas y rezamos. Ellos a pesar de no estar en el plano terrenal, nos acompañan. De hecho, siempre que los recordamos es como si estuvieran cerca, a nuestro lado».

Raúl Márquez