Alfredo Monsalve López
Aclaro. No soy economista. Pero, las circunstancias que nos ha tocado vivir en estos últimos 20 años hacen que puedas “manejar” este tema tan espinoso para muchos venezolanos. Inicio con algunas interrogantes que, en mi opinión, considero muy pertinentes: ¿cómo se explica que después de quitarle tantos ceros (ya perdí la cuenta) a nuestra moneda, la situación económica en nuestra nación siga de mal en peor? Acabo de entender la “teoría cero mata cero” de Nicolás. ¿Por qué insistir en aplicar esa política de rebaja de ceros a la moneda venezolana? ¿Los “expertos” economistas del régimen que asesoran al que tiene el poder en Miraflores, son contrarrevolucionarios? Esto último lo expreso porque más del 90 % de los economistas sostienen que esas medidas contra el pueblo no son efectivas. Además, la gran mayoría de los de a pie (propios y extraños) afirman que son decisiones equivocadas y sufrimos (en primera persona) la hiperinflación que crece como la espuma cada día. ¿O es una decisión para hacernos ver que, por ejemplo, el dólar ahora está por los 4 “coma algo” de “bolívares digitales”? Agréguele los ceros que le han quitado a la moneda para que usted vea la inmensa cantidad de dinero que no cabe en ninguna sofisticada calculadora. ¿De allí la “teoría cero mata cero”? ¿A quién están “matando”, a los ceros o al pueblo?
Pero la hiperinflación es estratosférica. Otra interrogante que nos llama a la reflexión: ¿Cómo es eso de que nuestra moneda nacional es el bolívar, pero imperan el peso colombiano, el dólar “gringo”, el euro, el yen, entre otras monedas extranjeras? ¿Esto no es violatorio de la Carta Magna? ¿Por qué un pensionado tiene que recibir, en compensación por toda una vida dedicada a trabajar por Venezuela, una mísera pensión que no le alcanza para comprar, por ejemplo, un cartón de huevos? Mire usted, amigo lector, un litro de combustible cuesta 0,5 dólares, equivalente a unos 2 “coma algo” de bolívares; pero el pensionado recibe 7 “coma algo” de bolívares cada mes. Es decir, que un pensionado no puede tener vehículo. No puede salir de viaje a otro país a disfrutar, porque la pensión no le alcanza para adquirir un pasaporte. No puede alimentarse bien, por los altos costos de los alimentos. En fin, un pensionado está jodido. Y para paliar su situación, debe formar parte de los millares de tarantines que hay en todo el territorio nacional.
Otra pregunta: ¿quién es responsable o culpable de que el papel moneda, cada vez que se ha hecho una reconversión monetaria, se tire a la basura? ¿Quién paga ese daño? Son toneladas de material moneda perdidas. ¿O estoy equivocado? Y lo más triste es que muchísimos comerciantes no reciben el bolívar venezolano. Da grima. Por no decir arrechera. Sigo preguntando: ¿por qué Venezuela se encuentra en los últimos peldaños de la economía mundial? ¿Son culpables de nuestra debacle los 5 presidentes norteamericanos que han pasado por la Casa Blanca desde que esta llamada “revolución” tiene el “toro por los cachos”? ¿Acaso es adrede las políticas económicas que implementan los “sabios” en esta materia y que están sentados en Miraflores, en el BCV, o en otro despacho? Claro, todos apuntan a Nicolás.
De hecho, él mismo ha dicho, a vox pópuli, que ha tomado equis decisión macroeconómica para favorecer al pueblo venezolano. Como mentaba mi abuela Candelaria González: “no aclares que oscurece”. Y concluyo esta penosa crónica con un comentario muy personal. Si a mí, Alfredo Monsalve, me asignan la presidencia de una empresa (llámese como se llame), para llevarla a buen puerto y sea la primera en la comarca en cuanto a productividad, pero mi gestión como gerente no es la mejor, señores, yo renuncio. Punto. Esto último lo señalo porque en nuestra Constitución está establecida la figura de la renuncia del presidente de nuestra República. Y lo que aquí escribo es lo que estamos viviendo desde hace rato. Sobre todo, por culpa de la política que ejecutan los “sabios en economía”. Remato: y ni siquiera una economía casera. Mucho menos la “teoría cero mata cero”. Por Dios. Allí están los números. Se abre el debate en santa paz. Y a cuidarse pues.
@monsalvel