Jonathan Maldonado
Los involucrados en actividades “piratas” piden mayor consideración, pues alegan que no hay otra fuente de sustento
La reactivación del paso peatonal sobre los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander ha traído consigo la proliferación de las actividades informarles, entre ellas el servicio de transporte pirata, el cual ha incidido directamente en la disminución de usuarios en el terminal de pasajeros de San Antonio del Táchira.
El panorama ha ocasionado que el transporte legalmente constituido levante su voz de protesta. Recientemente, denunciaron que los conductores ilegales y los llamados asesores son los principales responsables de la desolación en el puerto terrestre.
Organismos de seguridad ciudadana, como la Policía Nacional Bolivariana (PNB), han intensificado sus operativos contra la piratería. El viernes, en horas de la tarde, cuatro carros que ofrecían el servicio de transporte de forma ilegal fueron sorprendidos en la ciudad.
Los funcionarios abordaron a las camionetas, cargadas de pasajeros y equipajes, en el centro de la ciudad, cerca de la avenida Venezuela, y en el barrio 5 de Julio, ya hacia la salida de la jurisdicción fronteriza.
Los vehículos fueron guiados hasta el puerto terrestre con la finalidad de que los pasajeros se apearan y procedieran a abordar unidades legales que operan en las instalaciones del terminal.
Luego los vehículos se movilizaron, en compañía de los uniformados, hasta el comando de la policía, donde se realizarían los respectivos informes.
Cierran local clandestino
Al día siguiente, el sábado 27 de noviembre, la PNB, junto al Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (INTT), llegó al barrio Lagunitas, específicamente a la carrera 6 con calle 1, donde desmantelaron un terminal clandestino.
En las instalaciones ilegales, en el instante del arribo de las autoridades, había varios grupos de pasajeros y se les pidió que desalojaran el lugar y subieran a las unidades de TransTáchira, para ser conducidos hacia el terminal de San Antonio del Táchira, donde tomarían las busetas o carros por puesto legalmente constituidos.
De acuerdo con los funcionarios, a los encargados del local se les pidió que devolvieran el dinero a los usuarios que ya habían cancelado su viaje a San Cristóbal o La Fría. Desde ese punto, ofrecían rutas hacia las ciudades referidas, con la posibilidad de gozar del transporte hacia el centro del país.
El equipo reporteril de La Nación se acercó hasta el local donde funcionaba el terminal clandestino. Estaba totalmente cerrado este domingo. «Deberían dejarnos trabajar», sentenció uno de los trabajadores, que prefirió no ser identificado.
Dejó claro que muchas personas prefieren tomar los carros fuera del terminal, ya que en el puerto «están los organismos de seguridad ciudadana que se aprovechan de la gente, les cobran por las maletas o bultos en general».
Se conoció que los operativos proseguirán en los próximos días.