Un escenario donde prevalecía el exceso de consumo de alcohol reinó el pasado viernes, 10 de diciembre, en horas de la noche y la madrugada del sábado 11 de diciembre, en el municipio Guásimos, durante la actividad del encendido de las luces de la Navidad en la plaza Bolívar.
Todo comenzó cerca de las siete de la noche, momentos en que el ambiente era tranquilo, casi familiar, de esparcimiento para la población; no obstante, se observaron muchas personas sin tapabocas, sobre todo los jóvenes que se dieron cita en el lugar.
Pero no habían pasado ni dos horas y el ambiente cambió y fue dando lugar al desorden nocturno, siempre acompañado del licor, cigarros y otras sustancias.
“Es aquí cuando la actividad se escapa de las manos”, dijo un habitante indignado. “Viene el consumo de licor, y otras sustancias, que terminan convirtiendo al municipio en un centro donde se puede apreciar todo tipo de comportamientos y espectáculos que ponen en riesgo la seguridad de sus moradores”, precisó.
— A esto debe sumarse que hay calles y carreras, las más cercanas a la plaza, que se convierten en baños públicos, con malos olores que aumentan al otro día y los vecinos no aguantan— dijo.
“La historia se repite -contó Omar Gómez, pues hace pocos días, antes del cierre de la campaña electoral, se organizó otra actividad cuyo fin era la quema de pólvora, hecho que también fue un desastre”.
“Es una actividad programada por la alcaldía y, por lo tanto, es la responsable; si no tiene la logística para controlar los desórdenes, es preferible que no haga nada”, comentó otro vecino.
“Estamos en pandemia,  hay gente de luto y con este tipo de espejo demuestran que no les importa nada”, dijo.
Otro de los residentes del sector manifestó su molestia porque, pasadas las tres y media de la mañana, “todavía había dos  equipos con altísimo volumen; la  gente  quiere, necesita, exige descansar,  y este viernes no durmió”.
Otro vecino de la calle dos advirtió: “en Guásimos hay pacientes en su casa guardando reposo porque están sospechosos de estar contagiados de covid-19; mientras tanto otros, a quienes no les importa nada, están en la calle, haciendo desastres ¡Qué indolencia!”. (Nancy Porras)