Nacional
Aristimuño Herrera & Asociados: BCV se gastó más de $1.500 millones para evitar aumento del dólar
3 de enero de 2022
El presidente Nicolás Maduro se vanaglorió del control ejercido sobre el mercado cambiario durante 2021, en medio de un contexto de flexibilización que, en su opinión, fue determinante para salir de la hiperinflación en 2022.
Cuando bajo presión por la sanción estadounidense contra el Banco Central de Venezuela, se aprobó el Convenio Cambiario N° 1, que permite la libre circulación de divisas en el país, en el instrumento se estableció el mecanismo de intervención que supone que la autoridad monetaria puede inyectar divisas a la mesas cambiarias de la Banca en los términos de lapsos y montos que estime convenientes, reporta Banca y Negocios.
Según los datos que maneja Aristimuño Herrera & Asociados, en 2021 el precio que el BCV tuvo que pagar para conseguir una variación anual del tipo de cambio oficial de 321,44 %, muy inferior a la de 2.290,2 % del año precedente, ascendió a 1.535 millones de dólares.
No es fácil llegar a esta cifra, porque el instituto emisor no publica los montos concretos que vende a los bancos cada semana. Solo informa sobre el día de la intervención y el tipo de cambio de referencia expresado en euros, por lo que la información disponible es extraoficial, pero proveniente de fuentes financieras altamente confiables.
De acuerdo con los datos disponibles, el BCV inyectó un promedio de 80 millones de dólares mensuales a la Banca durante el primer semestre del año, lo que representa un monto acumulado de 480 millones en los primeros seis meses.
Esta cantidad subió a 150 millones de dólares como promedio mensual entre julio y octubre, lo que suma otros 600 millones totales en ese lapso.
En noviembre, cuando comenzó el seguimiento semanal de Banca y Negocios, el monto total de las intervenciones se ubicó en 225 millones y en diciembre escaló a 230 millones de dólares.
En total, el BCV realizó 68 operaciones de venta de divisas a la Banca en el año que recién termina. Los meses más intensos fueron marzo, con 9 intervenciones; enero y julio, con 7 inyecciones cada uno. Los meses más tranquilos fueron abril y junio, con 4 operaciones cada uno.
Los datos sugieren que el BCV parece haber cambiado la estrategia en la medida en que la disponibilidad de recursos subía. Al inicio de 2021, las intervenciones tenían una periodicidad indeterminada y con montos bajos. Al final, el proceso se regularizó con menos ventas, pero por montos mayores.
En todo caso, el ente emisor realizó un promedio de 2,6 intervenciones semanales, que equivalen a una media de 5,6 cada mes.
Con información de Banca y Negocios