(AFP)Una muñeca robot del tamaño de un niño se retorció y gritó el miércoles ante un público atónito en el salón tecnológico de Las Vegas, donde el límite entre lo emocionante y lo perturbador se confunde a veces.
“Los ojos realmente dan miedo”, exclamó Marcelo Humerez, un expositor que vino desde Perú y se encontró en el salón con Pedia-Roid (contracción de pediátrico y androide): un robo destinado a la formación médica.
Algunos puestos más lejos, un robot humanoide nombrado Ameca recibió una acogida menos temerosa por parte de espectadores curiosos que lo observaron hablar y mostrar una amplitud de movimientos similar a la de los humanos.
“Concebimos Ameca para que se acerque en lo posible al humano en sus movimientos”, declaró a la AFP Morgan Roe, de la empresa Engineered Arts, con sede en el Reino Unido.
Al su lado estaba el robot cuyo rostro gris se movió y parpadeó mientras el humano habló.