Pocos compradores salen a las calles durante los apagones
Por Juan José Contreras Cárdenas
La parte comercial de Michelena ha resistido los embates que han traído los años, no solo un largo período hiperinflacionario fue catalizador para mermar la continuidad de varios establecimientos, sino que la pandemia trajo retos y reinvención. Los cortes de electricidad desolan las calles michelenenses, pues para muchos los puntos de venta son parte importante para alguna compra.
En el centro de la capital del llamado Corazón del Táchira se encuentra la charcutería de Pedro Ramírez, él explicó que la refrigeración es vital para los productos que expende en su negocio, tiene planta eléctrica, lo que hace que en los cortes pueda funcionar el punto de venta, pero comentó que igual la gente no va, hay algo que sucede, que hasta que no se reestablece la electricidad el grueso de los clientes no salen a la calle a comprar.
Pedro Ramírez pasa el largo rato a veces sólo aguardando a que llegue algún cliente a su establecimiento durante los apagones, son pocos los que llegan. Aunque los pesos son de amplio uso en el Táchira, y Michelena no es la excepción, pagar con punto es esencial para muchos, así sea una modesta compra, es una opción trascendente.
El centro de Michelena entrelaza expendio de víveres, zapaterías y ventas de ropa, farmacias, establecimientos de comida, gimnasios, panaderías, entre otros. Un esfuerzo de lucha y supervivencia de varios de sus propietarios que suman en sus obstáculos los cortes de electricidad, a veces breves, la mayoría de varias horas. Así, se detiene el palpitar comercial en el Corazón del Táchira durante la oscuridad sin electricidad.