Tegucigalpa, Honduras | AFP | Xiomara Castro juró el jueves como la primera mujer presidenta de Honduras, un país golpeado por la pobreza, la migración, el narcotráfico y la corrupción y al que prometió refundar como un Estado «socialista y democrático».
«Este día histórico informaré a la Nación (…) sobre la tragedia social y económica que enfrenta Honduras y sobre mi propuesta de refundación del Estado socialista y democrático», dijo Castro en su primer discurso a la Nación en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.
Aseguró que los esfuerzos de su gestión hasta el 2026 estarán centrados en «educación, salud, seguridad y empleo».
Recibe al país «en bancarrota», aseguró. La deuda pública de Honduras asciende a 17.000 millones de dólares, de los que 11.000 son compromisos internacionales.
La dirigente izquierdista juró ante la jueza Carla Romero, flanqueada por Luis Redondo, presidente del Congreso reconocido por la nueva gobernante, tras una crisis parlamentaria. El congresista le impuso la banda presidencial ante unas 29.000 personas.
De 62 años y esposa del derrocado expresidente Manuel Zelaya (2006-2009), Castro puso fin a una supremacía de 12 años del Partido Nacional (PN, derecha) con una coalición liderada por su agrupación, Libertad y Refundación (Libre).