Internacional
Presidente de Ucrania pide no sembrar el pánico sobre las tensiones entre su país y Rusia
29 de enero de 2022
washington, Estados Unidos | AFP | El presidente ucraniano, Voldomir Zelenski, instó este viernes a los países occidentales a no sembrar el “pánico” sobre las tensiones entre su país y Rusia, en momentos en que se multiplican los esfuerzos diplomáticos para frenar una eventual invasión de la exrepública soviética por tropas de Moscú.
En medio de una crispación que ya lleva semanas, el presidente ruso Vladimir Putin y su par francés Emmanuel Macron concordaron en “la necesidad de una desescalada”, según informó la Presidencia francesa, en tanto que el jefe de Estado Mayor de Estados Unidos, el general Mark Milley, advirtió que un conflicto en Ucrania tendría “consecuencias espantosas”.
“Pueden imaginarse cómo quedarían las zonas urbanas densas”, afirmó el oficial, quien prevé “una cantidad significativa de bajas” en el caso de una ofensiva rusa.
El ministro de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, estimó por su lado que con más de 100.000 soldados concentrados en la frontera con Ucrania, Rusia tenía suficientes fuerzas para una invasión, pero subrayó que un conflicto entre Kiev y Moscú “no es inevitable”.
“Todavía hay tiempo y espacio para la diplomacia”, dijo Austin a la prensa en el Pentágono.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, recalcó por su parte durante una rueda de prensa con medios extranjeros en Kiev que “la probabilidad de ataque existe, no ha desaparecido y no fue menos grave en 2021”. Pero también señaló que “no hay ninguna escalada superior a la que ya existía” el año pasado.
“No necesitamos este pánico”, subrayó Zelenski, pidiendo además a Rusia que haga un gesto en aras de una “desescalada”.
“El mayor riesgo para Ucrania” es “la desestabilización de la situación interna”, más que la amenaza de una invasión rusa, consideró el mandatario ucraniano.
Rusia niega tener proyectos de invasión, pero se considera amenazada en cambio por la expansión de la OTAN hacia el este en los últimos veinte años y por el apoyo que los occidentales brindan a Ucrania.
Por ello, Moscú condicionó la desescalada a que la Alianza transatlántica interrumpa su política expansionista y se repliegue militarmente a las posiciones de 1997.
Estados Unidos y la OTAN rechazaron las principales exigencias rusas el miércoles.