Regional

Se abre una ventana para preservar el pasado

31 de enero de 2022

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En el Salón de Lectura de Rubio inicia la tarea de rescatar los objetos pertenecientes al museo “Marco Tulio Rodríguez”


Por: Norma Pérez.
Laboriosa y muy importante es la tarea emprendida por Daniel Lacruz, desde el Salón de Lectura de Rubio. Su propósito es el rescate del patrimonio cultural y el legado histórico del municipio Junín.
El primer paso para cumplir con este propósito es la exposición de los objetos pertenecientes al museo “Marco Tulio Rodríguez”; donde además se abre un espacio para mostrar una valiosa colección de cámaras y fotografías.

Piezas valiosas en estado de deterioro / Foto: Norma Pérez

La preocupación por el estado de las piezas llevó al recién designado director de cultura, educación y culto de Junín a buscar una alternativa para recuperarlas: “se encontraban hacinadas en una habitación con graves problemas de filtraciones en el techo; así permanecieron durante años. Unas se dañaron por las condiciones en que se guardaron, y otras fueron sustraídas”.
Para la exhibición, con la cooperación de algunos voluntarios, los objetos se limpiaron y distribuyeron en los pasillos del Salón de Lectura, algunos ocupan vitrinas, pero queda por hacer un trabajo acucioso de identificarlos y crear un registro, que la mayoría no posee. Además, hay que restaurar muchos de los que sufrieron daños.
“El museo nace en el Salón de Lectura, pero después fue trasladado a otras sedes; en estas movilizaciones los objetos más emblemáticos los llevaron al museo del Táchira; los demás sufrieron deterioro o se extraviaron. Hace aproximadamente dos años, se constituyó una comisión para iniciar el rescate de las piezas, y lograr salvar lo poco que quedaba en estado aceptable”.

Una muestra para visitar

Durante el recorrido por la exposición, los visitantes pueden observar una diversidad de piezas añejas que encierran historia y leyenda, como la Cruz Quemada, de casi 200 años de antigüedad, donde están tallados un cáliz, un ángel y un ojo encerrado en un triángulo.

Daniel Lacruz explicó sobre el valor histórico y cultural de las piezas / Foto: Norma Pérez

“Esta cruz se encontraba a la intemperie, por el desconocimiento de su valor. El ojo encerrado en el triángulo es el símbolo de los masones, por lo que fue considerado una herejía para los frailes, quienes intentaron quemarla, y así se perciben las huellas del fuego en una de sus partes”.
Distribuidos en los pasillos internos, hay herramientas, las esferas de la torre del reloj, una réplica de la iglesia “Santa Bárbara”, una antiquísima talla de madera de una virgen, y hasta una muestra de petróleo de “La Alquitrana”.
En el área de entrada se encuentra una colección de fotografías históricas, de la construcción de la carretera Rubio-San Cristóbal, la iglesia “Santa Bárbara” antes de su remodelación al igual que la plaza Bolívar; una interesante galería de imágenes y rostros que recuerdan el pasado, sustento del presente.
También, hay una diversidad de cámaras fotográficas de diferentes épocas; ocupa un lugar especial, un proyector elaborado por la empresa Coleman, y se presume que fue adquirido por Juan Vicente Gómez.
Quienes deseen recrearse con estas obras, pueden acudir cualquier día de la semana, en horario de 9 a.m. a 7 p.m.

Recuperar el espacio

Además de su trayectoria profesional, donde destaca su trabajo en el Instituto Superior de Artes, de la alcaldía de Bogotá, a Daniel Lacruz lo respalda el vínculo de afecto que tiene con el pueblo de Rubio.
“Ésta es mi casa, por eso quiero con el apoyo de todos, recuperarla a través del trabajo. El espacio exterior del Salón de Lectura, estaba ocupado por vendedores, el interior muestra signos de deterioro y se desvirtúa su función.

El público está invitado a ver la exposición / Foto: Norma Pérez

Considera fundamental organizarse para ofrecer soluciones; tiene previsto poner en marcha el plan de rescate de espacio público a través de la pintura interactiva, acondicionar los jardines y optimizar las instalaciones.
Entre los planes a desarrollar, está levantar un registro de la historia que allí se guarda y que no se ha contado ni documentado; llevar a cabo numerosas actividades artísticas y culturales; como la proyección de cine mudo, concursos y exposiciones de pintura, acercar al teatro y a la música.
“Quiero ver transformada la ciudad, pero para lograrlo, la gerencia pública debe ir acompañada de la gerencia ciudadana”.
En Rubio se abre una ventana para preservar el pasado, luchar contra la desmemoria, albergar la cultura y el arte del presente.

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