Internacional
Estados Unidos confirma la muerte del jefe del Estado Islámico en Siria
3 de febrero de 2022
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó este jueves que en la operación antiterrorista lanzada en el noroeste de Siria la pasada noche fue eliminado el líder del Estado Islámico (EI), Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi.
«Anoche, bajo mi dirección, las fuerzas militares estadounidenses en el noroeste de Siria llevaron a cabo con éxito una operación antiterrorista (…) gracias a la habilidad y valentía de nuestras Fuerzas Armadas, logramos retirar del campo de batalla a Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi», anunció Biden en un comunicado.
El dirigente del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Abu Ibrahim Al Hashimi Al Qurashi, murió en una operación de las fuerzas especiales de Estados Unidos este jueves en Siria, más de dos años después de la eliminación de su predecesor.
El ejército estadounidense “sacó del campo de batalla” al dirigente del grupo ultrarradical en una operación llevada a cabo en el noroeste de Siria, anunció el presidente estadounidense, Joe Biden, en Washington.
Todos los soldados estadounidenses están sanos y salvos, precisó el mandatario, anunciando que se dirigiría a la nación más tarde, reseñó AFP.
Según un alto funcionario estadounidense, el líder del EI se inmoló durante la operación haciendo estallar una bomba que cargaba. “Al principio de la operación, el objetivo terrorista hizo estallar una bomba que lo mató así como a miembros de su propia familia, entre ellos mujeres y niños”, dijo.
La operación, que recurrió a helicópteros ñara el transporte de tropas, se produjo en Atme, en la región de Idlib, y causó 13 muertos, afirmó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
En octubre de 2019, Abu Bakr Al Baghdadi, predecesor de Qurashi, fue eliminado en un ataque en la región de Idlib, controlada en gran parte por yihadistas y rebeldes.
Según el OSDH, los militares aterrizaron cerca del campo de desplazados de la localidad de Atmé, y luego estallaron enfrentamientos.
Según periodistas de la AFP en el lugar, la operación estadounidense tenía como objetivo un edificio de dos plantas en una zona rodeada de árboles. Parte del edificio fue destruido y se veían rastros de sangre.
La región de Idlib está fuera del control del Gobierno sirio.
Hubo enfrentamientos que duraron dos horas, añadió el OSDH. “Al menos 13 personas, entre ellas cuatro niños y tres mujeres, murieron en la operación”, precisó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Bombardeos y disparos
Los residentes de la zona dijeron a la AFP que escucharon bombardeos y disparos.
En una grabación de audio que circula entre la población y que se atribuye a la coalición, una persona que habla en árabe pide a las mujeres y a los niños que evacuen las casas de la zona atacada.
Miembros de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dominadas por kurdos, participaron en la operación, según el OSDH.
Antes del anuncio de Biden, Farhad Shami, portavoz de las FDS, afirmó en Twitter que el objetivo del dispositivo eran “los terroristas internacionales más peligrosos”.
Los expertos afirman que los campamentos superpoblados de la zona de Atme, en el norte de la provincia de Idlib, están siendo utilizados como base por los líderes yihadistas que se esconden entre los desplazados.
Partes de la provincia de Idlib y de las vecinas Hama, Alepo y Latakia están dominadas por Hayat Tahrir Al Sham (HTS, Organización para la Liberación del Levante), antigua rama siria de Al Qaida.
La provincia también alberga grupos rebeldes y otras formaciones yihadistas, como el grupo Hurras Al Din (Guardianes de la Religión).
Todas estas facciones ya han sido objeto de ataques aéreos principalmente por parte del gobierno sirio, de Rusia, su principal aliado, pero también de la coalición internacional antiyihadista liderada por Estados Unidos y las fuerzas especiales estadounidenses.
Pero las operaciones con helicópteros siguen siendo muy raras en Siria, donde las tropas estadounidenses están desplegadas como parte de la coalición antiyihadista.
La compleja guerra de Siria, un país fragmentado en el que intervienen diferentes protagonistas, ha dejado unos 500.000 muertos desde 2011.