Ocho civiles murieron en Venezuela en los últimos días por “actos” de irregulares armados en la frontera con Colombia, que incluyen el uso de minas, informó este viernes el ministro de Defensa venezolano, general Vladimir Padrino López.
El funcionario presentó en rueda de prensa un balance de las operaciones lanzadas este año por la Fuerza Armada, con epicentro en el fronterizo estado Apure (oeste), que, según dijo, dejan nueve “terroristas” muertos y 56 detenidos. No hay “una sola baja” entre los militares venezolanos, agregó al calificar de “éxito” este despliegue.
“Lamentablemente, la semana pasada recibimos la noticia de ocho fallecidos del pueblo, de la población civil, entrando a sus casas, transitando en motos (…), víctimas de estos criminales actos”, declaró Padrino, que divulgó un video que denuncia la utilización de minas.
Son “artefactos explosivos improvisados, que llevan metralla, que llevan pólvora, que hacen mucho daño”, explicó, sin precisar si todos los civiles fallecidos resultaron heridos por la explosión de minas.
La Fuerza Armada actúa contra lo que el gobierno de Venezuela llama TANCOL (Terroristas Armados Narcotraficantes de Colombia), término que el presidente socialista Nicolás Maduro emplea desde finales del año pasado para referirse a grupos irregulares en los 2.219 km de la frontera venezolano-colombiana.
Se puso “acento” en un área de “aproximadamente 25 mil kilómetros cuadrados” en Apure, puntualizó Padrino López. “Ahí se centran las operaciones para contener y expulsar a los TANCOL”, que pretenden establecer una “ruta de suministro de narcóticos”.
Bogotá, la oposición venezolana y organizaciones de derechos humanos denuncian la presencia de disidentes de las disueltas FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y miembros del ELN (Ejército de Liberación Nacional), con complicidad de autoridades de Venezuela, acusaciones que Caracas niega.
Padrino reportó la incautación de 1.200 kilos de cocaína y 800 de marihuana en 16 campamentos desmantelados y el decomiso de tres aeronaves y armas de guerra como rifles de asalto AK-47 y AR-15.
En marzo de 2021, combates en Apure entre militares venezolanos e irregulares colombianos dejaron 16 uniformados muertos y miles de civiles desplazados. Javier Tarazona, activista de una ONG que reportó los enfrentamientos y acusó al gobierno de vínculos con disidentes de las FARC, permanece detenido desde julio.
El jueves, en el lado colombiano, las autoridades informaron que motociclistas mataron a tiros a cuatro personas que circulaban en una camioneta cerca de la frontera. No se sabe a qué grupo pertenecen. (AFP)