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Epifanio Arcila, un icono del ciclismo de ruta colombo-venezolano

19 de febrero de 2022

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Campeón de una Vuelta al Táchira y ganador de muchos eventos a nivel internacional. Hace 8 años fundó una escuela la cual está dedicada a la formación de los ases del mañana en la capital emeritense.

Homero Duarte Corona

El coraje fue uno de sus principales atributos arriba de la bicicleta. Foto/La Nación-

Tiene 31 años viviendo en Mérida, 8 de ellos dedicado a la formación de los talentos del mañana. Foto/ La Nación-

Epifanio Arcila tiene un pasado y un presente llenos de gloria. En su vida de atleta fue un consumado ciclista de ruta, se codeó y se “dio leña” con los consagrados de le época.
Ya retirado de la vida de atleta se dedicó a la formación de los ases del mañana, lleva 31 años inmiscuido en esta actividad, en la capital emeritense, y desde hace ocho años fundó una escuela donde acuden niños a partir de los cinco años.
Diario la Nación contactó al mítico exciclista, con un pasado lleno de éxitos en Colombia, su país de origen; y en Venezuela, nación que lo adoptó como un hijo más, se quedó por siempre.

Arcila, cuenta su historia

El ciclismo es para este interminable ex atleta y ahora en función de entrenador, su razón de ser, el maná que lo alimenta las 24 horas del día durante los 365 días del año.
Epifanio Arcila se apareció por la patria de Bolívar en 1976, corrió la Vuelta Ciclista a Venezuela entre 1977 y 1980; mantuvo la casaca de líder durante 5 etapas en la edición del 78 y al término de la carrera quedó en el octavo puesto. Su mejor participación fue un quinto lugar.
Recuerda que los cinco giros nacionales que corrió fueron maravillosos, siempre destacando por su mística y profesionalismo, un gran coraje arriba de la bicicleta, puesto de manifiesto en todas las carreras por donde transitó con su caballito de acero. Dejó infinidad de amigos, excolegas suyos con los cuales mantiene comunicación en algunas ocasiones.

Campeón de una Vuelta al Táchira en Bicicleta

Con una memoria lúcida, Arcila recuerda sus actuaciones en el Giro Andino: participó en las ediciones que ganó el pequeño pero gran corredor colombiano José Patrocinio Jiménez, también en las que ganaron corredores de la Lotería del Táchira, en 1978 y 1979 a través de Efraín Rodríguez y José Duax Hernández, y la edición 15 en 1980, donde se impuso él.
Para resaltar también el doble título de montaña obtenido por Arcila en las ediciones del giro tachirense de 1979 y 1980, aunado a la conquista de varias etapas, una de ellas la de Tovar-La Grita, que lo catapultó de cara al triunfo final.
Los logros en el ciclismo de ruta en carreteras venezolanas lo afiansó como gran escalador, trayendo consigo que la dirigencia del pedalismo de Colombia colocara los ojos en Epifanio Arcila, siendo contratado por uno de los buenos equipos de marca de la nación neogranadina.
Debutó en la Vuelta a Colombia en 1980, terminó en el séptimo puesto, para dejar constancia de sus buenos oficios; y en 1981, por poco la gana, como cuenta el propio ex corredor: “fui líder durante nueve días, conservo nueve casacas como recuerdo de todo lo vivido en un evento de tanta importancia como el giro neogranadino”.
Al final no pudo ganar el título, se quedó sin equipo, perdió frente a Fabio Parra, quien se llevó el galardón. Dos años más tarde Parra fue el primer colombiano en hacer podio en una de las tres grandes carreras por etapa del mundo, el Tour de Francia, terminó de tercero.
En ese devenir de su actuación en el ciclismo de ruta neogranadino, Arcila ganó varias etapas de la Vuelta de su país, amén de colocarse la camiseta de líder en más de una ocasión.
Un hecho sin parangón de Epifanio Arcila en el Clásico RCN en 1981, fue doble campeón: metas volantes y premios de montaña, hecho que según el exciclista seguramente se mantiene vigente, pues “eres pasista o eres escalador como tal y en lo particular tuve la fortuna, la fuerza, la valentía, de ser campeón de ambas modalidades, y como ejemplo que en su época Gil Cordovés, consumado pasista y José Rujano, un escalador aquilatado, hubiesen ganado ambas modalidades a la vez en la Vuelta al Táchira, una misión muy difícil. Martín Emilio Cochise Rodríguez y otro dos ciclistas, en su era de activos también lograron esta hazaña en la Vuelta a Colombia”, apunta.
También estuve en otras carreras importantes a nivel universal-acota Arcila-, entre ellas tres ediciones de la Vuelta de la Juventud en Colombia, en una terminó de cuarto; el Campeonato Mundial en la antigua Checoslovaquia hoy en día República Checa.

Más de 30 años en Mérida

Ya en condición de entrenador suma 32 años, inmiscuido en las categorías menores en la capital emeritense, sin dejar de un lado la competición, participó en varias carreras de categoría Master: 7 Vueltas al Táchira para mayores de 40 años, 3 Vueltas a Colombia y otras carreras más de corte internacional.
Le descubrieron un tumor en la cabeza, lo operaron y desafortunadamente le afectó la parte motora derecha que lo obligó a usar bastón, pero gracias a Dios bien salió bien librado pese a los inconvenientes como él mismo exciclista cuenta al periodista; no le impide para trabajar en lo que le apasiona: el ciclismo, formando los ases del mañana. Se recuperó notablemente, monta en bicicleta en la escuelita, sale a entrenar con sus alumnos, tramos cortos, pero no deja de batallar.
Epifanio Arcila no olvida la afición del ciclismo tachirense, la que tanto lo aplaudió a finales de la década del 70 cuando corrió el Giro Andino en más de una ocasión. Desde hace 32 años se residenció en suelo merideño, y desde hace 8 tiene una escuela de ciclismo, el pasado 28 de noviembre fue el aniversario, celebrado con bombos y platillos, pero con toda la modestia del caso.
A nivel de mayores ha traído un equipo de Mérida a la Vuelta al Tachira, principios de la nueva centuria, pero su principal objetivo son las categorías menores; en su institución estuvo José Rujano en el 97 y 98 cuando se ganó la Minivuelta al Táchira en categoría Prejuvenil en La Fría, municipio García de Hevia.
Dos hechos relevantes en 2021 para Epifanio Arcila, en agosto perdió a su señora esposa, viajó a Chile junto a dos de sus hijos en busca de mejores horizontes ante la crisis económica que vive Venezuela y aunado a ello la pandemia, no obstante en la capital austral la sorprendió la covid-19 y terminó con la existencia de su amada.
Poco a poco ha ido saliendo de la pena que lo agobia, que le sirvió de acicate para la celebración del octavo aniversario de su escuela, todo un éxito, participaron un centenar de corredores en diferentes categorías, desde los 3 y 4 años hasta los 8 y 9: categoría cross, ring 20, categoría de montaña con cauchos gruesos, de taco, en las categorías de 10 y 11 años hasta los 16. Se dio una buena premiación, al estilo olímpico: oro, plata y bronce para los tres primeros lugares y al campeón una buena copa; se le dio refrigerio a todo el mundo, el evento estuvo maravilloso, organizado por la Asociación Merideña de Ciclismo.
No para de trabajar este neogranadino con corazón y mente venezolana, sigue sacando pecho por el ciclismo merideño y del país, con 8 años de ardua labor, esperamos darle continuidad. Un orgullo que diez ciclistas formados en la escuela de Epifanio Arcila pertenezcan a la selección de Mérida, en las categorías Prejuvenil y Juvenil en bicicleta de ruta, que continúen entrenando para verlos más adelante triunfar en la vida, que les sirva para afianzarse, agarrar disciplina, constancia, dedicación, que les va a servir en todos los aspectos a lo largo de toda su existencia.