Vientos turbios soplan en la dirección regional del partido Acción Democrática (AD), pues surgió una facción de su militancia manifestando su descontento con el manejo y conducción que se le está dando a las políticas en el estado.
El mensaje de estos ha sido claro y directo: quieren que salgan Miguel Reyes y Laidy Gómez del partido blanco, secretario regional y secretaria de organización, respectivamente, y por ende, solicitan que se realice un CEN para poder gestionar tal petición.
Y es que fuentes de la militancia blanca culpan a Gómez y Reyes de la derrota en la gobernación del Táchira, en las elecciones del 21 de noviembre de 2021, lo que les tiene descontentos y exigen un cambio.

No perdonan

Otro de los reproches que las bases le hacen a Reyes, y sobre todo a la exgobernadora, es que se hayan desprendido del apoyo en las elecciones para la Asamblea Nacional, efectuadas el 6 de diciembre de 2020.
Alegan que ambos se hicieron de la vista gorda en un momento “crítico y trascendental” para la oposición en el país, situación de la cual también les culpan.

Designaciones a dedo

Entre las quejas también está que para los últimos comicios realizados en el país, las candidaturas de la denominada Alianza Democrática, conglomerado multipardista conformado por organizaciones opositoras tales como Copei, El Cambio, Avanzada Progresista, ProCiudadanos, Primero Venezuela, entre otras, fueron manejadas y puestas “a dedo” por la exmandataria regional.
Argumentan que no se escuchó a las bases de la oposición regional, e incluso comentan que Laidy Gómez tenía el poder total de mandar y tomar decisiones en los demás partidos.

Gómez “presidenciable”

Por otro lado, se menciona que Laidy Gómez cuenta con un rotundo apoyo de las autoridades nacionales del partido, precisamente del secretario general, Bernabé Gutiérrez.
Se habla de que este está pensando, incluso, en trabajar con la figura de Gómez, como posible postulada a las elecciones presidenciales, las cuales podrían realizarse en el 2024.
Y es que otros militantes vieron en las últimas elecciones que el liderazgo regional de Gómez quedó religitimado, basándose en los votos que sacó, y aseveran que “si no hubiese sido por la división de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), con Fernando Andrade, Laidy hubiese sido reelecta”.
Seguramente, esta controversia no terminará aquí, picará y se extenderá, problemática que no es más que un reflejo de la crisis política por la que atraviesa el país, en especial en los partidos de oposición al Gobierno