Son cinco los hombres, entre ellos un funcionario de Politáchira, los que hasta el momento  se encuentran a órdenes del Ministerio Público, bajo custodia del Gaes-Táchira, una vez  surgieron pistas que presuntamente les vinculan, en mayor o menor grado, con el secuestro, extorsión y posible homicidio de un comerciante de Ureña.

La información que sobre el hecho en sí existe es poca, en razón de que ha privado gran hermetismo entre los organismos  o entes involucrados en el mismo, por  lo que se solo se logró conocer que la víctima del secuestro fue identificada como Sair Maldonado Depablos, un comerciante del municipio  Pedro María Ureña, quien tuvo una agropecuaria y actualmente  cuenta con una fábrica de pantalones jeans en esa misma jurisdicción fronteriza.

Su plagio habría ocurrido el martes de  la semana pasada,  aseguraron fuentes confiables, que  además indicaron que al funcionario policial aprehendido le hallaron en su poder el teléfono celular de la víctima y que, de hecho, esto permitió ubicarlo a través de la telefonía.

El oficial jefe, I. Carrillo, se encontraba de reposo al momento de ser aprehendido, este lunes, por una comisión del Gaes-Táchira, que se presentó en la comandancia general de Politáchira,  a donde había ido esa mañana dicho policía, por lo que una vez hicieron efectiva la orden de detención, según oficio 21 – 38/2018, emanado del Juzgado Segundo de Control, con fecha 20 de enero 2018, este fue arrestado por los militares, que de inmediato lo trasladaron a su sede, para dejarlo a disposición de Fiscalía, por su  presunta complicidad en el delito de secuestro agravado de Maldonado.

Sobre los cuatro civiles arrestados por el Gaes no se suministró mayor información, solo que   presuntamente se trataría de una banda organizada que, haciéndose pasar por paramilitares, secuestra a sus víctimas y supuestamente las mantiene en cautiverio en la frontera, del lado colombiano, hasta tanto no paguen por su libertad.

Al consultar al general José Noguera Silva, director de Politáchira, sobre la presunta responsabilidad del oficial Carrillo en tan delicado delito que se le investiga, el militar manifestó que “él está a la orden del Conas y si se determina  alguna responsabilidad, tanto penal como administrativa, pues que  asuma  las consecuencias; ese el lineamiento que tenemos,   la lucha frontal contra la corrupción, y todo funcionario que no esté dentro de la norma moral, llena  de principios, valores y ética, no puede ser funcionario”. (MB)