PEDRO VÁSQUEZ
Una Contienda de Caballeros
Un destino conocido y bastante compartido, en situaciones académicas, deportivas y turísticas nos atraía. Mérida, la ciudad de los caballeros, invita a participar en un hexagonal de baloncesto, con equipos occidentales, en categoría máster +50.
La oferta tentadora. Una inscripción accesible, que incluye hospedaje y dos comidas diarias. Panteras, en pleno proceso de recuperación del torneo ferial, acepta el reto; acelera la recuperación de algunos jugadores, bajo los consejos del galeno Rolando Useche, y se prepara,durante dos semanas, para asistir a la competencia con la intención de seguir obteniendo podios
En medio de esta preparación, por decisión mayoritaria, se cambia de timonel y asume Eugenio Caballero, que por recomendaciones médicas se encuentra de reposo, Pedro Vásquez regresa a su rol de jugador. Además, nos informan otra novedad solo van 5 equipos, se inscribió la Policía Nacional Bolivariana, campeón del torneo FISS E-2022, Tatuyes de Mérida, Grazianera de Portuguesa, FARMAD de Barinas y se jugará todos contra todos.
Coordinar el traslado, no fue tan sencillo como se esperaba; hubo que considerar talla y peso de algunos atletas para que fueran conductores o viajaran en el puesto delantero de los vehículos. Salimos el jueves antes de las 8 de la mañana.
Empanadas y café, fueron testigos, a la vera del camino, de la caravana que avanzaba. Manuel Altuve, quien había llegado con su familia el día antes, fungió como delegado en el congresillo técnico que se celebraba mientras pasábamos por El Vigía y bordeábamos el río Chama. Una vez en Ejido nos enteramos que debutábamos contra el anfitrión a las 3 y 45 de la tarde de ese mismo día.
Con algunas novedades automotrices llegamos a tiempo para hospedarnos frente la plaza El Espejo. Una posada acogedora que permitió acomodar a toda la delegación. Con el tiempo apremiando nos dirigimos al comedor de atletas de alto rendimiento para compartir el almuerzo y luego a descansar en la Posada Milla.
El debut, contra Tatuyes de Mérida, nos consiguió un poco cansados por el recién viaje y la ofensiva no carburaba lo suficiente. La defensa funcionaba y aunque el score nunca se alejó, la diferencia se fue manteniendo para dominar con un tanteador de 58 por 51.
Este primer triunfo fue un bálsamo, se recuperó algo de la identidad Panteras y fue dedicado al cumpleañero Humberto Zambrano, que en esta oportunidad por compromisos laborales no nos pudo acompañar. Destacaron a la ofensiva, en este encuentro, Carlos Villasmil y Oliver Osío.
Una vez finalizado el juego a coordinar las actividades nocturnas y matutinas porque se juega a las 9 y 30 am del día viernes contra Barinas. La cena en el centro de alto rendimiento ornamentado con afiches que ilustran la historia de grandes atletas merideños.
En medio del compartir de la cena con otros baloncestistas, se vienen a la memoria recuerdos de aguamiel en recintos universitarios, fincas y casas paternas. Hacer fila para recibir en piezas de aluminio la sopa, el seco y el refresco rebobina la memoria a tiempos infantiles y juveniles que aleccionaron y a veces se extrañan.
Se decide hacer compras y desayunar en la habitación 31 para estar a tiempo y juntos a la hora del juego. Al acercarnos a las instalaciones del CEDAC (Centro de Ciencias Aplicadas al Deporte) cuya cancha de baloncesto lleva el nombre del profesor “Goyo” Álvarez, la neblina nos
acompañaba, al adentrarnos el frío penetraba las paredes que, al estirar los gemelos, arrecostados contra ella, la sentíamos como hielo entre las manos.
El encuentro se encaminó como un espejo del juego anterior. Osío y Villasmil cargaban la ofensiva y Panteras no se distanciaba; pero el juego se controlaba. Una defensa presionante, en el último cuarto, desdibujó, al contrario, menos acostumbrado a la altura y el clima, para lograr
una victoria de 80 por 62, con el aporte ofensivo de Pedro Vásquez con 10 puntos.
Al finalizar el juego nos llega el saludo, vía WhatsApp, de Goyo Álvarez, “Gracias amigos, como me hubiese gustado estar allí y darles un abrazo.” En la tarde descanso y compartir en la habitación 11 donde funge como anfitrión Roberto Méndez. Las manos frías por los hielos y los vasos provocan charlas jocosas y reflexivas. Entre ellas el análisis etario de los integrantes del equipo: el 17% supera los 60 años y el 42% tiene más de 55. Pizzas 4 quesos despiden la noche.
El sábado, con doble jornada, acudimos a la invitación de la alcaldía a desayunar, a las 7 de la mañana, en el tradicional mercado y luego recibimos el apoyo del diputado Ramón Lobo, para surtir combustible a precios que no se encuentran en el estado Táchira.
El primer encuentro sabatino fue contra Portuguesa. Un juego disputado de principio a fin en donde la combinación de jugadores, propuesta inicialmente por Panteras, para cumplir con la norma del baloncesto máster +50, no daba resultados. El encuentro avanza con una defensa
que concede muchos lanzamientos abiertos y tiros libres. La ofensiva funciona con los aportes de Noel Hidalgo y Edgar Navarro. Ante una sugerencia de Luis Morles se implanta una defensa mixta que permite tomar una luz de ventaja que asegura el triunfo 88 por 83. Oliver Osío termina el juego con un desgarro muscular a nivel de los isquiotibiales de la pierna derecha. De inmediato las recomendaciones médicas respectivas. Todo está servido para enfrentar a la Policía Nacional a las 4 de la tarde.
El almuerzo, en plena camaradería, oyendo los relatos de la infancia fronteriza de Abel Santos y las anécdotas de egresados de la Universidad de Los Andes de otras delegaciones. Una siesta corta y a la cancha.
El gimnasio estaba pleno de público. Panteras comenzó de forma ordenada, sin embargo, el segundo tándem no entendió la defensa presionante contraria y la pérdida de balones fue distanciando el marcador a favor del rival. Para la segunda parte Villasmil retomó la ofensiva, las
cortinas funcionaban y los triples caían. Cuando la distancia era menor a 10 puntos, frecuentes faltas no cobradas a favor de Panteras más un par de pitazos alocados en contra, exasperaron a nuestro piloto que expresó su reclamo de forma airada y uno de los jueces, sin medir las consecuencias del espectáculo, le expulsó del juego.
Panteras mantuvo su intensidad con el apoyo ofensivo de Jorge Pérez debajo de los tableros y la larga distancia de William Gamboa que no impidieron un marcador adverso; que incrementa la sed de revancha ante el quinteto de la Policía de Caracas que trajo entre sus filas a Víctor David Díaz, campeón en triples y a Melquiades Jaramillo, jugador más valioso. Los otros premios individuales fueron para Rafael Reyes, de Guanare, mejor en tiros libres y Carlos Villasmil mayor anotador.
La cena fue un compartir en pleno disfrutando del compañerismo y del concurso de clavadas de la NBA. La mañana del domingo empezó también temprano, con buen clima, después de una noche lluviosa en los andes venezolanos. El desayuno en medio de un clima agradable amenizado con bandola y cuatro.
El retorno tenía algunos tramos intransitables llegando a El Vigía y después de Colón. A las 3 y 15 de la tarde por la avenida Carabobo subía el último vagón de la caravana aurinegra. Suma el deporte tachirense otra experiencia positiva que atiza a los atletas participantes a continuar la práctica del baloncesto, mientras los músculos aguanten y las rodillas craqueen estrictamente lo justo.
Esta contienda de caballeros, en la ciudad de Mérida, se puede calificar de muy buena y es producto del fervor mensajero provocado por el éxito del torneo E-FISS 2022; que ya tiene rebotes adicionales que alientan a zulianos y llaneros a organizar en los próximos meses otro torneo en esta categoría máster +50.
Los integrantes de Panteras regresan a sus respectivos equipos a nivel local para mantenerse en forma y esperar que los celulares, tanto en el ámbito nacional como internacional, dejen mensajes invitacionales para disfrutar del baloncesto.