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Inicio/Reportajes y Especiales/“Mi mamá nunca se quiso vacunar”

Reportajes y Especiales
“Mi mamá nunca se quiso vacunar”

sábado 19 marzo, 2022

Su hijo, Adolfo José Fernández, enfermero intensivista, también se contagió al cuidarla. Ella se enfermó en Guasdualito, municipio Páez del estado Apure. En un mes, el coronavirus la debilitó. Sus parientes aún la lloran.


José Luis Guerrero


Evila Contreras viuda de Fernández, de 83 años, no quiso vacunarse contra el covid-19. Decía que Dios la protegía en todo momento.
Se contagió en diciembre de 2021, en Guasdualito, municipio Páez, estado Apure, y al mes falleció. Aún sus hijos la lloran. En San Cristóbal estaba residenciada en el sector Cuesta del Trapiche.
Su hijo, Adolfo José Fernández, narra que el domingo 12 de diciembre de 2021, su mamá  salió de casa, en Guasdualito, fue a la iglesia cristiana, saludó a varios amigos, y al día siguiente amaneció con malestar fuerte en la garganta, fiebre, decaimiento.
“Yo soy licenciado en Enfermería, intensivista, y esa sintomatología es covid-19.  No hay duda. Se los dije a ella y a mis hermanos, pero no me hicieron caso. Yo estaba en la casa de San Cristóbal y me comunicaba por teléfono. Mi mamá insistía en que eso era amigdalitis, pero yo sabía que no, por mi experiencia en mi profesión. Pasaron ocho días y al yo bajar a Guasdualito, su estado de salud era muy delicado, muy mala estaba ella, ya no podía respirar con normalidad”, expresa.
“La llevamos al hospital de la zona, allí la trataron muy bien, el personal excelente, pero era demasiado tarde, el mal hacía mucho daño en su cuerpo. La saturación le llegó a 30. Ella no quería ir al hospital. Allá se gastaron en tratamiento diario más de 400 mil bolívares. Se logró recuperar del virus, pero ella sufría de una inflamación crónica a nivel de la válvula ileocecal (intestino delgado) y eso se le complicó porque la válvula se obstruyó. Hubo hemorragias digestivas, y al mes murió. Fue el 14 de enero de 2022. Las secuelas del coronavirus hicieron mucho daño en solo ocho días”, narra.
Evilia fue enterrada a las 11 de la noche, con las medidas sanitarias de protocolo covid-19.
“Ella nunca quiso vacunarse. Decía que era una mujer cristiana, y sí lo era. Su fe estaba en que Dios la protegería en todo momento y que si ella moría por covid era porque Dios lo había decidido así. Eso se le respetó en todo momento. No hubo manera de que cambiara ese punto de vista”, recuerda.
Cuando comenzó la pandemia, todos sus parientes la cuidaron al máximo, tanto en San Cristóbal como en Guasdualito. “Dos años cuidándose, y ese domingo de diciembre se contagió”.
— ¿Cómo fueron esas últimas horas de vida de su mamá?
— Mi mamá se preparó para morir. Como mujer cristiana, estando enferma, se preparó y pidió cosas que teníamos que hacer sus hijos. Todo se hizo como ella dijo. Sus recomendaciones a todos, sus deseos, sus sueños… ella nos fue preparando a todos antes de morir. Cuando ella notó que todo lo planteado se había cumplido, murió.
Adolfo, de 55 años, quien ya se había contagiado del covid-19, vuelve a contagiarse por estar al cuidado de su mamá, y sus hermanos: Wilmer, de 61 años; Jenny Fernández, de 57 años; Gerson, de 51, y Yajure Daza, de 47, también se enfermaron. Todos recibieron el tratamiento covid, vigilancia médica, cuidado en casa. Ninguno ameritó hospitalización, pero sí muchas pastillas, vitaminas e inyecciones.
A la fecha, todos están sanos, todos inmunizados con la tercera dosis. Según ellos, la vacuna sí les protegió.

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