Un hombre, nativo del estado Trujillo, fue asesinado este domingo en la población fronteriza de San Antonio del Táchira, municipio Bolívar.
Las circunstancias en las cuales ocurrió el hecho, son desconocidas hasta el momento, pues al parecer no hubo testigos, sólo se determinó que se registró la noche del sábado, 19 de marzo, poco antes de la medianoche, en el barrio Curazao. Pero fue el domingo cuando hallaron el cadáver, y en una furgoneta del Cicpc, adscrita a la Delegación Municipal San Antonio, fue ingresado, durante la tarde, a la morgue del Hospital Central de San Cristóbal.
Lo identificaron como José Gregorio Lozada Briceño, de 39 años de edad, cuyos familiares, fueron notificados del hecho, y este lunes viajaron desde Trujillo a San Cristóbal, para reconocerlo y reclamar su cuerpo en la morgue.
El Cicpc dio inicio a las investigaciones, a fin de esclarecer el hecho, por lo que aguardaba por la presencia de los familiares que pudieran informar en qué estaba trabajando la víctima en la frontera, y otros aspectos que pudieran ser vitales para la resolución del caso.
Otro ingreso de cadáver a la morgue sancristobalense, este domingo, proveniente de la frontera, fue el de un comerciante (panadero) de 50 años que decidió acabar con su vida.
Tras una discusión con su esposa, el mirandino Rafael Ramón Paredes Santiago, se dirigió a un local comercial de repostería que tenía, y allí se ahorcó, luego de encerrarse. Fue precisamente su esposa quien hizo el macabro hallazgo, en el sector 70, calle 6 entre carreras 5 y 6, del centro de Ureña.
En la errada decisión del quincuagenario, además de la depresión que mostraba, la discusión con la esposa, también podrías haber influido las deudas que tenía y el presunto proceso de divorcio que enfrentaban. Pero, de acuerdo a la versión policial, en una pared, el hombre dejó un desgarrador escrito en el que se evidencia que se realmente se sentía devastado por la posible terminación de la relación sentimental con su esposa.
Miriam Bustos