Regional

Ya nada de ecológico ni de recreativo tiene el Paseo Río Torbes en Barrancas

23 de marzo de 2022

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Lo que se supone iba a ser una gran área de esparcimiento y de entrenamiento deportivo, e igualmente una vía alterna para quienes se desplazan entre Barrancas y la avenida uno de Táriba, municipio Cárdenas, sin tener que pasar por la avenida Antonio José de Sucre, hoy sigue en el olvido.
Ni sus funciones de movilidad de personas y vehículos, ni sus funciones de entrenamiento del cuerpo, y enaltecimiento del espíritu de competencia cumple cabalmente, aunque en ambas los usuarios, insisten al no haber más alternativa.

Judith Mendoza, entrenadora del Club Patinaje Panda, lleva silbato, un cronómetro y una escoba para limpiar la calle. (Foto/Gustavo Delgado)

La gestión administrativa regional responsable de esas obras quiso para la perennidad dejar por algún sitio visible de la calle principal paralela su eslogan “Táchira Potencia” en grandes letras de cemento, de las cuales solo algunas quedan en pie. En mejor estado no están los dos complejos deportivos, para las prácticas de fútbol y softbol, ni el menos el parque de Bioseguridad Brisas del Torbes en los alrededores del Puente Libertador, ya prácticamente inexistente.
Lo que en principio durante la gestión de Pérez Vivas se denominó “La Trocha” y que tuvo que ser habilitado para compensar la fractura en el puente Libertador II; pronto comenzaría a ser vista más que como una vía alterna de alrededor de dos kilómetros, y pasaría a ser denominado Paseo Recreativo, Deportivo Y Ecológico Brisas Del Torbes, que fue del gusto de simples caminantes, de familias, corredores profesionales y jóvenes.
Hoy las caminerías se las tragó el monte, y el río Torbes en paralelo que no se conformó con soplarle su “brisa”, sino que le ha lanzado su caudal, cuando no han sido invadidas por el tráfico vehicular. Y ya con basuras por doquier el paseo ha perdido el rango ecológico, y al menos hasta el tradicional Puente Libertador, con su aspecto desolado y plano, parece el escenario perfecto para esas películas en el que el protagonista conductor se pierde con su vehículo por una carretera sin fin. Del Puente Libertador a Táriba toma un aspecto más deprimente con una invasión de las aguas negras.

Entrenar bajo riesgo

Como entrenadora del Club Patinaje Panda a Judith Mendoza no le basta con cargar un silbato y un cronómetro. También necesita de la escoba, para limpiar los escombros por donde sus muchachas, pertenecientes a la selección regional, deben pasar.
Esa preparación al aire libre aun es un vestigio de lo que en un principio había sido el destino del malecón, y con nostalgia la profesora recuerda cuán animada era la actividad deportiva y social allí presente.
–Yo creo que lanzaron esos vidrios para robar, pues lo regaron a lo ancho de la vía y también había piedra y pedazos de ladrillo. Siempre hemos traído la escoba y todo eso porque la gente no tiene consciencia, y vienen y botan basura en este lugar que principalmente se hizo para hacer deporte, pero lamentablemente está en un abandono total tanto de parte de la Gobernación como de la alcaldía, y ojalá que la gente de la comunidad se apoye a reactivar este lugar para que los niños no dejen de dedicarse a cualquier disciplina—relató con cierto desconsuelo la entrenadora.

Se utiliza esta zona de entrenamiento a falta de una pista de patinaje en la región. (Foto/ Gustavo Delgado)

Mientras las niñas le ponían empeño a sacar el mejor tiempo, algunas motocicletas pasaban muy cerca, aunque con un tráfico reducido, el riesgo es menor debido al mal estado de la vía. Algo alejado estaba el equipo de algún sitio más poblado; mas con todo y sus inconvenientes era el lugar más idóneo para sus prácticas.
–Lo que pasa es que en la ciudad no hay un buen asfalto, y no hay un sitio donde entrenar patinaje. No hay pistas. Lo único que tenemos es el velódromo J.J. Mora en Pueblo Nuevo, con una pista adaptada pero como tal no de patinaje. Estas áreas nos sirven para lo que es la modalidad de ruta. Hubo una promesa de construir una pista de patinaje pero desafortunadamente nunca se desarrolló. Está con nosotros la ganadora de bronce en los pasados juegos juveniles celebrados en Caracas—agregó Mendoza.
Si la desidia en contra del Paseo Rio Torbes, la preocupa, la que se extendió hasta el estadio de softbol y de fútbol, la entristece. En sus recuerdos, de apenas 8 años atrás, todavía está el gentío trotando o simplemente caminando, y a los pies de la noble estructura del antiguo Puente Libertador, que ya parecía haberse reivindicado como atractivo turístico, las familias pasando un fin de semana distinto con máquinas de ejercicios en perfecto estado, atracciones para los niños y ventas ambulantes que proporcionaba un ingreso fijo a muchos hogares.
Fue una obra que se inauguró con bombos y platillos e incluso se habló de una inversión de alrededor de los 30 millones de bolívares para el año 2013, para la cual se había prometido vigilancia policial las 24 horas del día.
–En el estadio Andrés Miranda de softbol, en donde durante un tiempo entrenó el Deportivo Táchira, se robaron los techos. El vandalismo ha hecho de las suyas, y se han robado una parte de las máquinas de ejercicios del Parque Brisas del Torbes, -alrededor de unas 15- o los trasladaron a otro lugar. Esto era un sitio para la preparación de los maratonistas. Todo esto se ha perdido, todo se ha tomado como botadero de basura, me imagino, que arrojada por los vecinos. La cancha sintética de fútbol está más cuidada; pero a pesar de eso, se forman bochinches y se han partido los vidrios de las instalaciones, como han denunciado los encargados de administrar el lugar. Incluso se hacía parapente—resumió Mendoza. Freddy Omar Durán