Alejo García
Los trastornos del espectro autista (TEA), son una discapacidad del desarrollo humano que provoca problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativo. El mismo, se caracteriza por la presencia de deficiencias continuas en la comunicación y la integración social de las personas. Entre las señales y los síntomas de los trastornos de espectro del autista se destacan: realizar poco contacto visual o hacerlo de forma inconsistente, creer que no ve o no escucha a las personas, compartir rara vez los objetos o las actividades que le gusta practicar al señalarlas o mostrarlas a los demás, no responder a las sonrisas ni a otras expresiones faciales de los padres, no mirar a los objetos ni los sucesos que ven o señalan sus progenitores y no marcar objetos ni eventos para lograr que sus padres los miren a la vez.
El comportamiento de un niño autista lo demuestra estos signos y síntomas: no señala los objetos para demostrar su interés, no mira los objetivos que otra personas los alarma, presenta dificultad para relacionarse con otros seres humanos o no mostrar ningún interés por ellos y evitar el contacto social y desear siempre estar solo. Las personas autistas presentan dificultades para concentrarse en un solo sonido. El autismo es un espectro además de trastornos graves de déficits del desarrollo permanente y profundos, los cuales afectan a la socialización, la comunicación, la imaginación y la conducta. No existe cura para el autismo y no hay un tratamiento único para los pacientes. Sin embargo, el objetivo de la terapia es maximizar la capacidad del enfermo para vivir con esa deficiencia. En las opciones se encuentra: hacer terapias de comportamiento y comunicación, tratamientos de participación educativos, familiares, otras curas y medicamentos.
Con el propósito de poner de relieve la necesidad contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con TEA y promover su inclusión en todos los aspecto de la sociedad, como ciudadanos, la Asamblea General de la Naciones Unidas, según la Resolución A/RES/62/139, estableció en el 2007, el 2 de abril, con el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo.
Dentro los personajes famosas del mundo que han nacido con autismo, existe una lista larguísima. Veamos algunos de ellos destacados por su genialidad: Albert Einstein, gran científico mostró al comienzo de su vida un lenguaje tardío, le costó socializar, Isaac Newton, considerado un notable de la ciencia más influyentes del universo, nació con el espectro autista, Amadeos Mozart, uno de los famosos músicos de todos los tiempos, paso largas horas en total aislamiento, pues el contacto con otras personas le provocaba temor, una de las característica de ese síndrome, Bill Gates, excelente y próspero magnate más influyente de la actualidad, mostró durante su niñez rasgo de padecer esa condición y así sucesivamente centenares y de miles de preclaros personajes de la humanidad.
Al conmemorarse el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, debemos prestar atención, colaboración y solidaridad con aquellas personas que padecen esa enfermedad, para hacerlo más copartícipe de sus existencia.