Deportes
“Después de cerrar mi carrera profesional anhelo poder regresar a San Cristóbal”
6 de abril de 2022
Paola Pérez estuvo presente en los actos por el aniversario de la Universidad de los Andes, el pasado martes, con motivo de otorgársele un botón de mérito, como una de las estudiantes de mayores logros internacionales en lo deportivo, en su especialidad de natación en aguas abiertas; pero también una inocultable nostalgia la llevó a estar al lado de sus compañeros y profesores durante la celebración.
A pesar de que desde 2014 el nivel de competencia que deseaba -sus entrenadores estaban seguros de que podía lograrlo- la obligó a suspender sus estudios académicos en la carrera de Contaduría, ni la ULA-Táchira se apartó de su corazón, ni la magna casa de estudios se apartó de ella, y en especial aquellos con quienes mucho compartió en sus horas de clase y pasillos, quienes siempre le han hecho seguimiento a sus proezas, teniendo la ocasión de felicitarla por llamadas y mensajes digitales.
Humildad ante todo
Una de las 20 mejores fondistas del mundo se hizo presente. por supuesto ataviada con una chaqueta con símbolos olímpicos y con una humildad a toda prueba, en la que fácilmente se transparentaba el mar de emociones que la anegaba interiormente durante este periodo de visita a su suelo natal, al que no volvía desde su exitosa participación en Tokio-2021, y que no solo conllevó el reencuentro con conocidos, cercanos y medios de comunicación, sino la actuación en una competencia desarrollada en la represa Uribante- Caparo.
En 2014 tomó la decisión de seguir el ciclo olímpico de Río-2016 y Tokio-2021, lo que le ha implicado posponer proyectos personales, que algún día aspira a retomar, y la ha obligado a algo más doloroso aún, distanciarse de su terruño, pues ha sido en Santiago de Chile donde se está alistando para asumir los nuevos retos, uno de ellos París-2024.
—Ya las piscinas acá no estaban operativas de la misma manera, y en mi deporte no puedo pasar mucho tiempo sin tocar el agua. Me tocó que tomar la decisión de que, si quería hacer parte de Tokio-2021, tenía que disponer de una piscina 24/7, afirmó Pérez.
Serían entonces razones netamente deportivas las responsables de uno de los que considera su mayor sacrificio, pues el deseo de regresar sigue latente en ella.
—Salir de mi comodidad de mi casa y mi ciudad y tener que adaptarme a un estilo de vida totalmente diferente: en eso consistió mi sacrificio. Irme a una ciudad mucho más grande, nada que ver con la tranquilidad y el poco tráfico de San Cristóbal. Una ciudad que con su ajetreo te obliga a salir más temprano, admitió con sonrisa nerviosa Pérez. “Yo estaba acostumbrada a viajar por 6 meses, pero ya vivir en otro sitio conlleva acostumbrarse a otro tipo de cultura, leyes, a asumir un estilo de vida que cuesta. Todo se hizo con un propósito, el cual afortunadamente se alcanzó. Extraño mucho a San Cristóbal, su clima, su gente, mi manera de existir; extraño mis espacios, como el complejo deportivo del Metropolitano”.
Pasar estos días en el Táchira, y ser abordada por tantas expresiones de admiración y aprecio, ha sido para ella muy especial.
—Todo ha sido superbién, porque después de Tokio- 2021 no había tenido la ocasión de volver a San Cristóbal, y el apoyo de la gente acá fue muy importante para sentirme bien conmigo misma después de mi actuación en las Olimpíadas. Me han pedido que vaya a todos lados, y uno trata de cumplirles, porque igualmente sigo con mis compromisos de entrenamiento, y lo máximo que he podido suspender han sido dos sesiones; pero eso ha sido por un buen propósito, porque no siempre tengo la disponibilidad de venir para acá. Anhelo, después de mi cierre de carrera profesional, volver a San Cristóbal, confesó.
Siendo su madre, Flor Sierra, estrella del nado sincronizado, y su padre, José Eligio Pérez, gran fanático del deporte, ya a los tres años se movía como sirena en las piscinas. Ese legado triunfador también hace parte de su hermana mayor, Silvia Pérez, y su hermano menor, José Alejandro.
—Ha sido algo que se ha inculcado a nosotros desde pequeños, la disciplina y el amor al deporte. Desde los tres años empecé a nadar y a los 15 ya era selección nacional, y en 2011 me especialicé en aguas abiertas. Durante mis prácticas en la natación me di cuenta de que me gustaba más la resistencia, entrenar más horas, y cuando me decidí por ese estilo, mi papá me dijo que había tomado la decisión correcta. Y, efectivamente, es donde me ha ido mejor, expresó.
Persistencia, ante todo…
“Paola ha sido una mujer muy luchadora, constante y perseverante, nunca se ha rendido, pese a todas las circunstancias que ha tenido que vivir, ha salido adelante”, así la describió su madre, Flor Sierra.
Y esta actitud se compenetra con su modo de pensar, que debería ser ejemplo para los jóvenes de su generación,
Aunque las circunstancias la obligaron a suspender sus estudios y tomar otros rumbos al exterior, no por ello aconseja esto para que los jóvenes hagan algo similar: si pueden terminar su carrera lo antes posible y que ella sea de provecho en su propio país, mucho mejor.
—Yo les aconsejo que no desistan de sacar una carrera, pues esto es importante en sus vidas y en lo social. Poder alcanzar un nivel intelectual adecuado, y ser una persona de bien para el país, es provechoso, aconsejó Pérez.
Para ella, sin sacrificios no se logra el éxito, y esto es así, aun si en el corto plazo la meta no se perfila con claridad.
—Cada persona está hecha para algo. La vida va a ser difícil, va a tener sus momentos complicados; pero eso es parte del proceso para llegar a la meta. Habrá momentos en que se cierra una puerta, y no por ello significa clausurar sus objetivos a largo plazo. Cuando uno triunfa, poder mirar atrás y ver todo el proceso, los cambios operados en ti, para alcanzar la meta, te llena mucho como persona, acotó finalmente.
Freddy Omar Durán