Salud
Identifican patrones cerebrales que pueden predecir la amistad entre personas
30 de enero de 2018
Una resonancia magnética del cerebro puede predecir el grado de amistad entre dos personas a partir de los patrones cerebrales que se producen al ver fragmentos de vídeos cómicos, debate o documentales, según un estudio que publica hoy la revista Nature.
Investigadores de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) y el Dartmouth College, ambos en Estados Unidos, han determinado que las respuestas cerebrales ante ese tipo de estímulos son similares entre las personas que comparten amistad.
A medida que la distancia social entre dos individuos se incrementa, las estructuras neuronales que revela una resonancia magnética funcional (IRMf) difieren cada vez más.
A partir de sus observaciones, Carolyn Parkinson y su grupo argumentan en su trabajo que pueden emplear esa técnica para predecir la probabilidades de que dos personas sean amigas.
“Las respuestas neurales a estímulos dinámicos y naturalistas, como los vídeos, nos permiten observar los procesos de pensamiento espontáneos de las personas a tiempo real mientras se producen”, explicó Parkinson en un comunicado del Dartmouth College.
“Nuestros resultados sugieren que los amigos procesan el mundo que está a su alrededor de un modo excepcionalmente similar”, señaló la investigadora.
Para llegar a sus conclusiones, el grupo estadounidense analizó los resultados de resonancias magnéticas de 42 estudiantes universitarios, 12 mujeres y 30 hombres de entre 25 y 32 años, todos ellos integrados en la misma red social, con diferentes grados de cercanía.
Los científicos comprobaron que las áreas del cerebro implicadas en la interpretación de datos sensoriales y emocionales respondían de forma parecida a los estímulos entre los amigos más cercanos.
“Somos una especie social, vivimos nuestras vidas conectados con todos los demás. Si queremos comprender cómo funciona el cerebro humano necesitamos entender cómo nuestras mentes se dan forma las unas a las otras”, afirmó la investigadora Thalia Wheathely. EFE