HASTA AYER, JUEVES 28 de abril, estuvo en el país la Comisión Especial de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, organismo dependiente de la ONU, para reunirse con el gobierno y los representantes empresariales y de la clase laboral…RECORDEMOS que la seguridad social constituye la última esperanza de los trabajadores, jubilados y pensionados, que hasta hace poco sufrían el despojo de la retroactividad de sus prestaciones y que ahora nuevamente ven con esperanzas su porvenir…LA PREOCUPACIÓN de la Organización Internacional del Trabajo por la seguridad social se materializa en tres convenios que constituyen el patrimonio social universal, los cuales moldean los lineamientos de justicia laboral…ESTOS se materializan en el convenio 102, sobre las normas mínimas de la seguridad social, acordado en 1952, que establece las ramas principales de asistencia médica; prestaciones monetarias en caso de enfermedad, desempleo, vejez, accidentes y enfermedades de trabajo…EL CONVENIO 118, sobre igualdad de trato a los nacionales y extranjeros en materia de seguridad social, suscrito en 1962 y que prohíbe todo tipo de discriminación entre nacionales y extranjeros…Y EL CONVENIO 128, de las prestaciones de invalidez, vejez y sobrevivientes, de 1967, que señala que las condiciones, principios y beneficios amparan a los trabajadores, de uno y otro sexo, de 55 años las mujeres y de 60 los hombres, con la finalidad de proporcionarles una pensión digna y decorosa; y por último, la pensión de sobrevivencia que se otorga cuando fallece el sostén de la familia y beneficia al cónyuge que lo sobrevive…ESTOS TRES CONVENIOS le dan a la seguridad social una naturaleza pública, como obligación y responsabilidad indelegable en los Estados que los han ratificado, como es el caso de Venezuela, como instrumentos indispensables y que excluyen la delegación de su administración en entes privados…NUESTRA CONSTITUCIÓN Bolivariana de 1999 acoge los principios de estos tres convenios, mientras que sus instituciones proteccionistas de naturaleza pública, no lucrativa y solidaria universal, amparan a los que no tienen capacidad económica y a la economía informal…ESPEREMOS QUE el análisis del trabajo como hecho social realizado por la OIT y los dirigentes, tanto del gobierno, como de la empresa privada y la clase laboral, haya llegado a resultados positivos para salir de la asfixia de un salario que no alcanza para nada, de un amparo normal a quienes entregaron su vida en el campo del trabajo, y de una justa distribución de la riqueza generada por el patrono.
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Y ESTO, es todo por hoy
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MENTIRAS universales:
“Por fin se acordaron de nosotros”
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DIOS los bendiga…¿Saben?
VÍCTOR MATOS