EN CUALQUIER SITIO las llamadas “mesas de diálogo” terminan en conclusiones aceptadas por las partes, menos aquí. En otras latitudes cuando sus ciudadanos toman las calles para reclamar mejoras salariales o sociales, son escuchados y solucionados sus problemas, menos aquí. Si por caso se denuncian falta de médicos, de enfermeras, de policías, de educadores, en otros lares se contratan nuevo personal, menos aquí. Y si el problema es el escaso salario, de inmediato se aumentan los mismos de acuerdo a las posibilidades del tesoro nacional, menos aquí…¿ENTONCES qué es lo que está sucediendo? ¿Para qué existen las delegaciones de las Defensorías del Pueblo? ¿Por qué se persiguen a los dirigentes sindicales que reclaman públicamente sus reivindicaciones? En otros lugares, son llamados a las mesas de trabajo, de conversaciones, de ofertas y demandas, menos aquí…..LAS ORGANIZACIONES encargadas de llevar el número de manifestaciones de reclamos, revelan que cuando menos se realizan en promedio una por día, cuyos dirigentes enarbolan documentos de petitorios que consideran justas a sus necesidades que en otras partes son atendidas y resueltas en el menor plazo posible, pero vemos que aquí se dilatan las conclusiones que no solo se tratan de manera displicente a nivel laboral por salarios dignos, sino que simplemente no hay pronunciamientos sobre tales solicitudes….AL PARECER la desidia manifiesta con las cantadas “mesas de diálogo” a nivel político realizadas por el Gobierno con representantes de la oposición, siguen el mismo curso, pues las efectuadas anteriormente en República Dominicana, luego en Barbados y las anunciadas para México, han seguido el mismo camino: puro buche y pluma y nada más….EL GOBIERNO se levanta de la Mesa cuando le parece, y la oposición no firma cuando así lo considera, mientras una opinión pública sigue a la expectativa, la misma que en un principio se ilusiona cuando empieza, y luego se decepciona cuando finaliza….Y AHORA se reclama que estas reuniones sean en el país y no en el exterior, lo que para muchos consideran que sería como salir de Guatemala para entrar a Guatepeor, pues los equipos de diálogo inician las reuniones con mucho optimismo y luego terminan con las caras largas de los desacuerdos…O SE HACE caso al grito colectivo, o simplemente se acalla a los reclamantes. Para eso está el gobierno de un país. Lo primero, obedece a los principios democráticos venidos desde la época de los griegos, y lo segundo a las posturas de imperio, rezagos del pasado colonialista que no creemos ya sobre todo en este siglo XXI.

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Y ESTO, es todo por hoy.

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MENTIRAS universales:
“Ahora sí escucharán nuestras exigencias”.

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DIOS los bendiga, ¿Saben?

VICTOR MATOS