Una maestra de la Smithfield Middle School en Carolina del Norte ha sido acusada de colocar cinta adhesiva en la boca de uno de sus alumnos de 11 años como castigo por hablar demasiado en clase. Catherine Webster, la madre del niño, denunció el incidente y después de una investigación se descubrió que el castigo era recurrente y que otros estudiantes habían sido víctimas del mismo castigo.

Aunque la maestra involucrada renunció después de las acusaciones, la madre del niño exige que se encuentre a alguien responsable para evitar que esto vuelva a suceder. La Oficina del Sheriff del Condado de Johnston recopiló declaraciones de otros padres de familia que tenían la misma queja, pero no se encontró suficiente evidencia para presentar cargos de agresión contra la maestra.

El incidente ha llamado la atención sobre la importancia de la disciplina escolar adecuada y la necesidad de que las denuncias se tomen en serio. Las autoridades escolares han dicho que están trabajando para mejorar sus políticas y protocolos en respuesta a este incidente. La madre del niño afectado, por su parte, espera que se tomen medidas para evitar que algo así vuelva a suceder.

Redacción web